MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Unión Africana ha manifestado este domingo su "extrema preocupación" por la situación de seguridad en el este de República Democrática del Congo tras los avances del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23).
"Piden a todas las partes un alto el fuego inmediato, respeto al Derecho Internacional, seguridad para los civiles y estabilidad de fronteras con todos los países de la región", ha indicado la Unión Africana en un comunicado conjunto del presidente de turno del organismo panafricano, Macky Sall, y del presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat.
Asimismo piden un "diálogo constructivo" dentro del mecanismo previsto en el Marco para la Paz, Seguridad y Cooperación para República Democrática del Congo y la región y recuerdan que está convocada una reunión del proceso intercongoleño para los días 4-13 de noviembre para la que piden "buena fe".
El texto reitera el apoyo de la UA a la Hoja de Ruta de Luanda para la normalización de las relaciones políticas entre la República Democrática del Congo y Ruanda.
El M23, formado principalmente por tutsis, retomó las armas en 2021 y ha logrado en los últimos días tomar las localidades Kiwanja y Rutshuru, ubicadas junto a la carretera principal que da servicio a Goma, la capital de la provincia de Kivu del Norte, situada al este del país y que hace frontera con Ruanda. Expertos de Naciones Unidas acusaron a Uganda y Ruanda de apoyar a los rebeldes, aunque ambos países negaron hacerlo.
El M23 ha sido acusado desde noviembre de 2021 de llevar a cabo ataques contra posiciones del Ejército en Kivu Norte, a pesar de las autoridades congoleñas y el M23 firmaron en diciembre de 2013 un acuerdo de paz tras los combates registrados desde 2012 con el Ejército, que contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas.
Las relaciones entre RDC y Ruanda han atravesado momentos de crisis desde la llegada masiva al este de RDC de hutus ruandeses acusados de haber masacrado a los tutsis durante el genocidio de Ruanda de 1994. Tras cierta etapa de relajación diplomática, el conflicto volvió a ganar intensidad en mayo, cuando el Gobierno congoleño convocó al embajador ruandés para denunciar el presunto apoyo del país al M23.