ADDIS ABEBA, 19 Dic. (Reuters/EP) -
La Unión Africana (UA) ha confirmado que ya está preparando el envío de una misión de paz con 5.000 efectivos a Burundi, un país inmerso en una grave crisis política y que ya ha advertido de que no dejará entrar a ninguna fuerza extranjera sin permiso.
El Consejo de Paz y Seguridad de la UA ha anunciado en un comunicado la preparación de la misión (MAPROBU) y ha pedido al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que le dé el visto bueno definitivo a un contingente que "tendrá una fuerza inicial de hata 5.000 militares y policías".
El órgano ejecutivo de la ONU ya había solicitado la adopción de medidas para atajar el conflicto burundés, entre ellas el envío de tropas, mientras que el Gobierno de Estados Unidos se ha ofrecido a ayudar a la UA en sus esfuerzos por garantizar la estabilidad de Burundi.
Una fuente diplomática ha explicado a Reuters que la iniciativa de la Unión Africana es insólita al invocar, por primera vez, el artículo 4 de su carta fundacional, que permite la intervención en un Estado miembro en caso de "graves circunstancias" como "crímenes de guerra, genocidio y crímenes contra la humanidad".
Un portavoz del Gobierno burundés, Philippe Nzobonariba, ya ha advertido de que no dejarán entrar a ninguna fuerza sin previa autorización: "No pueden invadir un país si éste no es informado y lo permite".
"Sería mejor que fuesen a los campamentos de Ruanda donde se entrenan los alborotadores", ha reclamado Nzobonariba en la radio estatal. El Ejecutivo de Burundi ha acusado a las autoridades ruandesas de respaldar a unos rebeldes que estarían reclutando a refugiados, si bien Ruanda niega este extremo.
CRISIS POLÍTICA
Naciones Unidas calcula que al menos 400 personas han muerto desde que estalló en abril una ola de violencia por la decisión del presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, de buscar un tercer mandato. Manifestaciones sociales y hasta un golpe de Estado fallido han sumido al país en un estado de tensiones e incertidumbre.
Cientos de miles de personas han tenido que abandonar sus hogares para escapar de la violencia, en el marco de la cual el Gobierno estaría cometiendo graves abusos, según las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos.
Aunque la crisis se limita por ahora a divisiones políticas, algunas fuentes ya han advertido de que un conflicto prolongado podría reabrir unas heridas de carácter étnico que asomarían al país incluso a un escenario de genocidio.