MADRID, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -
El llamado "Grupo de Minsk" de la OSCE para la resolución del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán en la región separatista de Nagorno-Karabaj, así como la Unión Europea, han expresado su preocupación por la escalada de violencia registrada en las últimas 24 horas en la zona.
"Condenamos enérgicamente el uso de fuerza y lamentamos la muerte sin sentido de personas, incluidos civiles", según un comunicado del Grupo, que llama a los bandos "a cesar bombardeos y acometer medidas necesarias para estabilizar la situación".
Por su parte, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, manifestó su malestar por las informaciones sobre la escalada de tensión en la zona del conflicto. "La información sobre combates a lo largo de la línea de separación causa una profunda preocupación", dijo.
A tal efecto, el Grupo de Minsk de la OSCE para el arreglo del conflicto de Nagorno-Karabaj se reunirá el próximo martes en Viena para discutir la situación en la zona, comunicó el sábado el copresidente del grupo de la misión de EEUU, James Warlick.
"Los copresidentes de la OSCE se reunirán en Viena el lunes y convocarán el grupo de Minsk el martes debido a la violencia en Nagorno Karabaj", escribió Warlick en su cuenta de Twitter.
ENFRENTAMIENTOS
El Gobierno azerí ha acusado esta mañana a Armenia de violar "hasta en 127 veces durante las últimas 24 horas el régimen del alto de fuego en distintas direcciones de la línea de separación", aunque se desconocen todavía las cifras de víctimas en estos combates.
A su vez, el Ministerio de Defensa de Armenia difundió una declaración sobre "las intensas acciones ofensivas lanzadas anoche por el enemigo en la línea de separación". Las autoridades de Nagorno-Karabaj -- autoproclamada república independiente de facto con ayuda de Armenia --, acusaron a los azeríes "del uso de tanques, artillería y aviación".
Armenia y Azerbaiyán viven enemistados desde el inicio del conflicto de Nagorno-Karabaj, en 1988, cuando este enclave, poblado en su mayoría por armenios y con apoyo del Gobierno de Armenia, decidió independizarse de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
El Gobierno azerí perdió el control sobre Karabaj y siete distritos adyacentes tras una escalada de hostilidades en el período de 1992 a 1994. Para impulsar una solución negociada del conflicto, en 1992 se instituyó el Grupo de Minsk, cuyos copresidentes son EEUU, Rusia y Francia.
Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial; por su parte, Armenia defiende los intereses de la autoproclamada República de Nagorno-Karabaj, que no es parte de las negociaciones.