La UNRWA avisa de que la retirada de fondos de EEUU sería "catastrófica" para los refugiados palestinos

BEIRUT, 12 Ene. (Thomson Reuters Foundation/EP) -

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha alertado de que si finalmente Estados Unidos lleva a cabo la amenaza de Donald Trump de recortar los fondos que el país entrega a la UNRWA será "catastrófico" para los beneficiarios de esta ayuda.

"El impacto humano de perder esta importante financiación sería catastrófico para gente real, vidas reales, a la que la ONU tiene el mandato de proteger", ha dicho el portavoz de la UNRWA, Chris Guinness, en un comunicado a Thomson Reuters Foundation.

Gunness ha subrayado que "los refugiados palestinos están entre la gente más vulnerable de Oriente Próximo". "La asistencia sanitaria que ofrecemos es, literalmente, un salvavidas para niños, mujeres, ancianos y para la gente enferma", ha señalado.

También ha llamado la atención sobre el efecto que tendría en la región. "Incluso el más leve 'shock' en una sociedad tan frágil tiene un impacto desorbitado. Las consecuencias podrían ser profundas, dramáticas e impredecibles", ha pronosticado.

Trump sugirió la semana pasada que Estados Unidos podría dejar de dar dinero a la UNRWA por "la falta de voluntad de los palestinos de negociar la paz con Israel". Aunque todavía no ha aclarado si es una decisión tomada o tan solo una amenaza, lo cierto es que la sola propuesto ha generado indignación en la comunidad internacional.

El embajador sueco en Naciones Unidas, Olof Skoog, dijo el pasado martes en una sesión del Consejo de Seguridad que la retirada de Estados Unidos como donante "sería muy negativo tanto en términos de necesidades humanitarias como para la estabilidad de la región".

Estados Unidos es el principal donante de la UNRWA. En 2016 aportó 370 millones de dólares, de acuerdo con la agencia de la ONU. La UNRWA asiste a los palestinos desperdigados por Oriente Próximo pero también a los que se encuentran en Cisjordania y la Franja de Gaza.

Trump ha endurecido su política hacia los palestinos desde el pasado 6 de diciembre, cuando anunció el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, acabando así con uno de los pocos puntos de consenso que había en este tema, según el cual el estatus de la Ciudad Santa debía decidirse en la mesa de negociaciones.