Uruguay vota en unas elecciones generales con la izquierda al frente de las encuestas, aunque sin mayoría

La elección del sucesor de Luis Lacalle Pou como presidente del país seguramente se determinará en segunda vuelta a finales de noviembre

Estos comicios también marcarán la composición del Parlamento y servirán de plebiscito para dos reformas constitucionales

MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -

La población uruguaya está este domingo llamada a las urnas para votar en unas elecciones presidenciales en las que el candidato del progresista Frente Amplio, Yamandú Orsi, parte con una amplia ventaja en las encuestas, aunque no le bastaría para conseguir la mayoría de votos necesaria para no tener que acudir a segunda vuelta; mientras que el aspirante del oficialista Partido Nacional, Álvaro Delgado, ha visto cómo su popularidad ha ido en picado en los últimos meses.

Orsi es un destacado dirigente del Movimiento de Participación Popular (MPP) --liderado por el histórico expresidente José Mujica e integrado en la coalición Frente Amplio-- que ha ejercido como jefe de Gobierno de la gobernación de Canelones, en el sur de Uruguay, desde 2015 a 2024. Su candidata a vicepresidenta es Carolina Cosse, intendenta de Montevideo entre 2020 y julio de 2024 y previamente ministra de Industria, Energía y Minería bajo el mandato de Tabaré Vázquez.

El Frente Amplio obtendría, según las encuestas, cerca de un 45 por ciento de los votos, una distancia de casi 20 puntos respecto al Partido Nacional, pero que no le serviría para hacerse con la victoria en primera vuelta, con lo que los uruguayos deberían volver a acudir a las urnas dentro de un mes, el 24 de noviembre.

En el bando contrario, el Partido Nacional --también conocido como Partido Blanco-- se enfrenta a la obligación de cambiar de candidato después de cinco años de mandato de Luis Lacalle Pou debido a que la Constitución prohíbe expresamente la reelección directa de presidentes, aunque no así en el caso de los vicepresidentes.

El Partido Nacional ha escogido al actual secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, como su candidato, acompañado de Valeria Ripoll, figura televisiva que anteriormente estuvo relacionada al sector sindical. La precampaña ha estado salpicada por la polémica entorno al exlíder 'blanco' Pablo Iturralde, quien tuvo que dimitir después de que se dieran a conocer unas supuestas presiones a fiscales en torno a un caso de corrupción de un senador.

Los 'blancos', que a lo largo de todo el mandato de Lacalle Pou han estado por debajo del Frente Amplio en las encuestas, han visto caer en los últimos meses su apoyo en picado, pasando de un 30 por ciento a comienzos de año, a poco más de un 20 en los últimos sondeos. La tendencia histórica muestra que el Frente Amplio suele cosechar en las primeras vueltas un gran apoyo, si bien en el balotaje sus rivales suelen aunarse en torno a la candidatura rival.

Sin embargo, a la compleja situación que atraviesa el Partido Nacional se le suma que el socialdemócrata Partido Colorado, con la fórmula presidencial compuesta por el diputado montevideano Andrés Ojeda y el dirigente del sector educativo Robert Silva, se encuentra al alza pasando de apenas un cinco por ciento de apoyo a comienzos de 2024, a cerca de un 15 por ciento en las últimas encuestas. Algunos sondeos incluso brindan a los socialdemócratas un 20 por ciento de los votos, aunque por el momento nunca por delante de los 'blancos'.

PLEBISCITO SOBRE SEGURIDAD Y JUBILACIONES

La Carta Magna uruguaya contempla la posibilidad de someter a referéndum cuestiones constitucionales aprovechando la coyuntura de las elecciones generales. En esta ocasión han salido adelante una consulta sobre aprobación judicial de registros nocturnos de viviendas y otra sobre seguridad social en cuestiones de jubilación y pensiones.

La Constitución de Uruguay recoge que el registro de viviendas por parte de la Policía tan solo está permitido en horario diurno, pues "de noche nadie podrá entrar en él (hogar) sin consentimiento de su jefe", tal y como detalla la Carta Magna. Este plebiscito propone reformar el artículo correspondiente para permitir los registros judiciales en cualquier momento del día.

Por otro lado, la población uruguaya deberá dar su opinión en un plebiscito para reformar el artículo 67 de la Constitución, de tal manera que se fije en 60 la edad de jubilación --actualmente está en 65 años-- a la par que se estipula un mínimo de pensión equivalente al Salario Mínimo Nacional y se suprimen las Administradoras De Fondos de Ahorro Previsional (AFAP), empresas administradoras de las pensiones.

De acuerdo con las encuestas realizadas a lo largo de los últimos meses, el plebiscito sobre el registro nocturno de viviendas saldría adelante con un estrecho margen, mientras que la iniciativa sobre jubilaciones, propuesta por el Frente Amplio, no conseguiría los votos necesarios para reformar la Constitución.

UN PARLAMENTO CON BLOQUEO AL FRENTE AMPLIO

Junto a la votación para elegir a un nuevo presidente y también más allá de los dos plebiscitos, la población uruguaya está llamada a las urnas para escoger la nueva composición del Parlamento, formado por la Cámara de Senadores, integrada por 30 escaños; y la Cámara de Representantes, con 99 diputados. En la actual legislatura, el Partido Nacional ha tejido alianzas con todas las formaciones para frenar al Frente Amplio.

La coalición progresista es la formación más votada en ambas cámaras. En el Senado cuenta con 13 escaños, frente a los diez de los 'blancos', cuatro del Partido Colorado, y tres del ultraderechista Cabildo Abierto. Estos tres últimos formaron en 2019 la Coalición Republicana --también llamada Coalición Multicolor-- para hacer frente al Frente Amplio en la segunda vuelta de aquellas presidenciales y ha seguido funcionando durante toda la legislatura.

De igual modo, en la Cámara de Representantes el Frente Amplio se hizo con 42 diputados, convirtiéndose con diferencia en la formación más votada, pero viendo como el resto de partidos, se agrupaban de nuevo en torno a la Coalición Republicana para dejarles fuera del Gobierno. Así, todo apunta a que el Frente Amplio deberá hacerse con mayoría en ambas cámaras para poder gobernar, pues de lo contrario es probable que el resto de formaciones se alíen de nuevo en su contra.

Según la última encuesta publicada sobre el reparto de escaños en la Asamblea General, el Frente Amplio conseguiría en 45 por ciento (en torno a 48 diputados); por delante de los 'blancos', que obtendrían un 24 por ciento y 26 diputados. La coalición de opositores se haría también con un 45 por ciento de los votos, lo que deja un empate técnico entre ambos bloques que decantarían otros partidos minoritarios.

En lo que respecta al Senado, aunque algunas encuestas conceden una victoria al Frente Amplio por la mínima, la mayoría de sondeos arroja una situación similar a la de la Cámara de Representantes donde ambos bloques se repartirían la mitad de los asientos de la Cámara Alta y tan solo el resultado de las presidenciales desempataría, pues el vicepresidente del país ejerce también las funciones de presidente del Senado.