MADRID 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, ha dimitido este lunes oficialmente de su cargo y deja así vía libre al nuevo líder del partido Fine Gale, Simon Harris, para ser nombrado al frente del Gobierno.
Varadkar ha entregado su renuncia al presidente irlandés, Michael D. Higgins en el palacio presidencial o Áras an Uachtaráin, tras un encuentro con el jefe del Estado, según recoge la televisión pública irlandesa, RTE.
Varadkar seguirá en el cargo en funciones hasta que Harris tome posesión, lo que se producirá previsiblemente el martes por la tarde.
Antes de firmar su renuncia, Varadkar ha realizado unas declaraciones a la RTE en las que ha hecho balance de su mandato, con especial énfasis en la gestión de la pandemia de coronavirus. "Está bastante generalizada la creencia de que Irlanda lo hizo mejor que la mayoría de los demás países en la gestión de la pandemia. También la situación económica. Tenemos pleno empleo y superhábit fiscal. Somos la envidia de Europa y la envidia del mundo", ha resaltado.
También se ha dicho orgulloso de dejar una Irlanda más moderna, con mayor igualdad para las mujeres, personas LGTB y otras minorías. "No reivindico el crédito personal por ninguna de estas cosas, pero estoy orgulloso de haber desempeñado un papel significativo", ha resaltado.
Sí ha reconocido algo que "lamenta", como la "excesiva cautela en ciertos momentos". "En 2011-12 no creíamos que la economía rebotaría tan rápidamente de la crisis", ha indicado.
Varadkar fue primer ministro desde 2017, pero dimitió después de la clara derrota en el referéndum de la propuesta de reforma de la Constitución que impulsó su Gobierno para intentar modernizar la Carta Magna.
Será sucedido por el ministro de Educación, Simon Harris, quien ha prometido "resetear" el histórico partido Fine Gael para recuperar la confianza de la ciudadanía.
El partido Fine Gael gobierna en coalición con el otro gran partido histórico irlandés, Fianna Fáil, y con el Partido Verde. El resultado del referéndum supuso un duro revés para estas formaciones. La oposición está liderada por el partido Sinn Féin, que también apoyó, aunque más tibiamente, la propuesta de reforma constitucional.