BAGAN (BIRMANIA), 25 (Reuters/EP)
Las fuerzas de seguridad de Birmania han acordonado este jueves varias pagodas de Bagan, antigua capital del país, un día después de que al menos 187 templos se vieran afectados por un seísmo de 6,8 grados de magnitud.
El presidente de Birmania, Htin Kyaw, ha acudido a Bagan para reunirse con las autoridades locales y analizar los daños causados por el seísmo, que se ha saldado con la muerte de cuatro personas, según fuentes oficiales.
"La tierra se movió durante cinco minutos", ha indicado Soe Lwin, que durante el terremoto se encontraba junto a una quincena de turistas en el interior del templo Sulamani.
"Una joven española resultó herida levemente, así que la ayudamos. Después, corrimos fuera del templo y vimos cómo se derrumbaban algunas partes", ha añadido Lwin, que dio por finalizado su viaje por miedo a que se produjeran réplicas en la zona.
A pesar de que el terremoto se sintió en Tailandia, Bangladesh y el este de India, los primeros análisis han revelado que el daño es limitado. "El impacto humanitario ha sido relativamente bajo en comparación con la magnitud del seísmo", ha destacado Pierre Peron, portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
"No se han identificado grandes crisis y hasta el momento no se requiere ayuda internacional", ha añadido. Cruz Roja y la OCHA han confirmado la muerte de dos niños y un residente de una localidad cercana al epicentro del terremoto, que se encuentra a 175 kilómetros de la ciudad de Mandalay.
"Seguimos ofreciendo asistencia a los heridos, pero no consideramos que se trate de un desastre", ha explicado Amanda George, miembro de Cruz Roja Internacional en Birmania. El Departamento de Rescate del Gobierno ha liderado las labores de rescate y ha evaluado la situación. Las autoridades han informado de que cuatro colegios han resultado gravemente dañados en el noroeste del país, así como un hospital de Pakkoku.
PAGODAS DAÑADAS
El presidente del país ha comunicado que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), junto a las autoridades de Japón y China, ha ofrecido su apoyo para llevar a cabo la restauración de las pagodas que se han visto afectadas.
"Tenemos que analizar y registrar los daños sufridos por los templos de forma sistemática. Llevará su tiempo, pero lo haremos lo mejor posible", ha señalado Kyaw, que ha manifestado que las labores de restauración no podrán comenzar hasta que termine la época del monzón a finales de octubre.
Bagan es una de las principales ciudades turísticas del país y tiene entre 2.000 y 3.000 pagodas. Las operadoras hoteleras han señalado que todo apunta a que la industria no va a sufrir grandes pérdidas. La mayoría de pagodas de Bagan, incluido el templo de Sulamani, se vieron gravemente afectadas por el terremoto que tuvo lugar en 1975.