MADRID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
Al menos tres ministros del Likud, el partido liderado por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, han anunciado en la noche del domingo su apoyo al jefe de Gobierno en caso de que decida pausar la reforma judicial.
El primero en manifestar su opinión ha sido el ministro de Cultura y Deportes, Miki Zohar, que ha declarado que pagarán "un alto precio" por el fracaso de la medida, al tiempo que ha expresado la necesidad de apoyar al primer ministro si "decide detener la legislación para evitar la ruptura creada en la nación".
"La reforma del sistema judicial es necesaria e imprescindible, pero cuando la casa se incendia, no se pregunta quién tiene razón, sino que se echa agua y se salva a los ocupantes", ha indicado.
Tras las palabras de Zohar, se ha posicionado así el ministro de Diáspora, Amichai Chikli, que ha sugerido "trazar una hoja de ruta renovada para la continuación de la legislación, presentarla públicamente y fijar de antemano reglas del juego".
"No tenemos ninguna razón real para apresurarnos. Si creemos en la capacidad de liderar el país, debemos tocar música un poco más tranquila y reducir la velocidad", ha sostenido el titular de la cartera.
Para Chickli, el Ejecutivo ha "cometido un error", no a la hora de "identificar la urgencia de la reforma, más imprescindible que nunca, sino en la forma de llevarla a cabo". "Aunque el destino final no cambia, recomiendo recalcular la ruta, (...) aunque tenemos todas la razón", ha agregado el ministro de Diáspora.
Por último, el ministro de Economía, Nir Barkat, ha reiterado que "apoyará al primer ministro en la decisión de parar y recalcular la ruta". "El Estado de Israel está por encima de todo. Un Israel está por encima de todo (...) La reforma es necesaria y la haremos, pero no a costa de una guerra fraticida", según ha manifestado en sus redes sociales.
Los miembros del Gobierno han realizado estos comentarios al tiempo que más de 600.000 personas se hayan salido espontáneamente a las calles de las principales ciudades israelíes en protesta por la decisión de Netanyahu de destituir al ministro de Defensa, Yoav Gallant, quien había abogado públicamente por pausar la tramitación de la polémica reforma judicial para dar margen al diálogo.