MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Varios de los ministros del Gobierno de Sudán han presentado su dimisión en protesta por el acuerdo alcanzado entre Abdalá Hamdok y el líder de la junta militar, Abdelfatá al Burhan, por el cual vuelve a ocupar el cargo de primer ministro del país.
Así, han presentado su renuncia un total de doce ministros, entre los que se incluye la encargada de la cartera de Exteriores, Maryam Sadiq al Mahdi, o los encargados de los ministerios de Justicia, Trabajo y Sanidad, tal y como ha explicado la Oficina de Información en su perfil en la red social Facebook.
Así, ha resaltado que entre los ministros que han dimitido figuran además los titulares de Agricultura, Irrigación, Inversiones, Energía, Educación Superior, Transportes, Juventud y Deportes y Asuntos Religiosos.
Respecto al resto de los ministros integrantes de las Fuerzas de Libertad y Cambio (FFC), se ha informado de que no han podido acudir al encuentro debido a que no se ha podido contactar con ello debido a que siguen bajo arresto por las fuerzas golpistas.
Las FFC, uno de los principales elementos detrás de las protestas de 2019 contra Omar Hasán al Bashir e integradas en el derrocado Gobierno de transición, habían expresado su firme rechazo al acuerdo entre Hamdok y Al Burhan.
Así, mostraron su "sorpresa" por la firma del acuerdo y se desvincularon del mismo. "Este anuncio consagra y legaliza el gobierno golpista militar", subrayaron en un comunicado, antes de reclamar la liberación de todos los presos políticos.
Sin embargo, Hamdok defendió el lunes su decisión y resaltó que su objetivo es mantener la paz y completar el histórico acuerdo de paz firmado en octubre de 2020 con diversos grupos rebeldes, según recogió la agencia estatal sudanesa de noticias, SUNA.
El primer ministro mostró su compromiso con el proceso de transición y con la celebración de elecciones en los plazos previstos, así como continuar con la "transformación democrática" de las instituciones iniciada tras el derrocamiento de Al Bashir.
Sin embargo, el Partido Nacional de la Umma, el Congreso Sudanés y la Unión Federal han anunciado durante las últimas horas que no son parte del acuerdo y han expresado su oposición al mismo, en el marco de una oposición interna al pacto.
Así, el secretario general del Partido Nacional de la Umma, El Uazeg el Bereir, ha manifestado que el acuerdo no aborda la crisis desatada por el golpe, incluida la muerte de manifestantes durante la represión de las protestas contra la asonada.
En esta línea, el desmovilizado grupo rebelde Movimiento de Liberación de Sudán, liderado por Abdeluahid al Nur, ha rechazado el acuerdo y ha mostrado su postura "firme y de principios" en apoyo a la "revolución popular y de resistencia al golpe".
El grupo se ha mostrado a favor de "establecer un Gobierno civil en línea con el proyecto nacional, tal y como recogen los eslóganes de la gloriosa Revolución de Diciembre", en referencia a las movilizaciones que derivaron en el golpe contra Al Bashir, según la emisora sudanesa Radio Dabanga.
Por su parte, la Asociación de Profesionales de Sudán --otra de las organizaciones con un gran peso en las movilizaciones contra Al Bashir-- ha dicho el acuerdo es "un intento falso de legitimar el reciente golpe y la autoridad de la junta militar, además de un suicidio político de Hamdok".
Así, pidió poner fin a la "alianza de sangre" y tildó el acuerdo de "traicionero", antes de resaltar que supone una respuesta a los objetivos declarados del los golpistas para perpetuar la autoridades del Comité de Seguridad de Al Bashir.
LA ONU PIDE ABORDAR LAS "CUESTIONES PENDIENTES"
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha instado a las autoridades a "abordar con urgencia las cuestiones pendientes en Sudán" a fin de completar la transición política en el país y "respetando los Derechos Humanos y el Estado de Derecho".
Así, el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, ha trasladado la importancia que tiene para la ONU "la necesidad de proteger el orden constitucional para salvaguardar las libertades básicas de acción política, libertad de expresión y reunión pacífica".
"Reiteramos nuestro llamado a que se lleven a cabo investigaciones independientes sobre las muertes que vimos en las últimas semanas y que se rinda cuentas ante la justicia", ha aseverado Dujarric.
Finalmente, el portavoz del secretario general no se ha querido manifestar sobre las dimisiones de los ministros, pero ha apuntado que es una muestra más de "la necesidad de proteger el proceso de transición".
El acuerdo ha sido celebrado por diferentes países y organismos internacionales. Para la Unión Europea es un "primer paso" orientado a "encarrillar la transición", mientras que desde Washington, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se ha mostrado "animado" por la noticia y ha pedido que se "ahonde en las conversaciones".
También desde la propia misión de asistencia de Naciones Unidas para la transición política en Sudán (UNITAMS), han celebrado el acuerdo aunque han pedido una investigación de la represión de las fuerzas de seguridad contra las protestas del golpe de Estado.
HRW DENUNCIA LA REPRESIÓN
Por su parte, la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha denunciado el "despiadado asesinato" de 16 manifestantes durante las protestas del 17 de noviembre y ha agregado que "muchos recibieron disparos en la cabeza".
"Esto demuestra claramente que las fuerzas de seguridad de Sudán no tenían intención de ejercer la contención, sino que buscan silenciar las voces sudanesas", ha explicado la directora de HRW para el Cuerno de África, Laetitia Bader.
"Los que apoyan a Sudán no deben, en nombre de la conveniencia política, dejar que estos crímenes queden sin respuesta o que los responsables se libren sin rendir cuentas", ha dicho, según un comunicado publicado por la organización.
De esta forma, ha resaltado que "con tantos sudaneses tambaleándose a causa de la brutal represión del mes pasado, no es momento de volver a una situación como si no pasara nada", antes de pedir "ayuda" a la población para "lograr sus aspiraciones para construir un país más justo y en el que se respeten los derechos".
El acuerdo fue alcanzado en medio de las críticas internacionales contra las autoridades militares por la represión de las últimas protestas contra el alzamiento, que se han saldado con al menos 40 muertos, según el Comité de Médicos Sudaneses.
Sudán fue escenario a mediados de septiembre de un intento de golpe, según apuntaron las autoridades de transición, a cargo de un grupo de oficiales de las Fuerzas Armadas supuestamente vinculados con Al Bashir, derrocado en una asonada tras meses de masivas manifestaciones en su contra.
La intentona se vio seguida de un aumento de las tensiones entre los elementos civiles y militares de las autoridades de transición, al alza durante los últimos meses, lo que derivó finalmente en la asonada encabezada por Al Burhan, quien defendió tras ello que era un movimiento de "corrección" ante los errores de algunos partidos políticos, entre ellos grupos representados en las FFC.
Las autoridades de transición fueron instauradas tras un acuerdo entre la junta militar anterior, surgida tras el golpe de Estado de 2019, y diversas organizaciones civiles y formaciones políticas opositoras. Este Gobierno había iniciado una batería de reformas sociales y económicas y ha alcanzado un acuerdo de paz con importantes grupos rebeldes de Darfur y otras zonas del país.