Refugiados rohingya en la frontera entre Bangladesh y Birmania
REUTERS / DANISH SIDDIQUI
Actualizado: miércoles, 13 septiembre 2017 21:44

LONDRES 13 Sep. (Thomson Reuters Foundation/EP) -

Más de una decena de premios Nobel, incluyendo a Malala Yousafzai y a Muhamad Yunus, han exigido este miércoles a Naciones Unidas que haga uso de "todos los medios posibles" para acabar con la violencia contra los rohingya en Birmania, que ya ha provocado la huida de cerca de 400.000 personas a Bangladesh.

"Pedimos que se actúe de forma decisiva para frenar la violencia contra civiles inocentes", han manifestado 30 personalidades, entre las que se incluyen el arzobispo Desmond Tutu y el multimillonario inglés Richard Branson, en una carta abierta al Consejo de Seguridad de la ONU con la que han denunciado que "se han quemado ciudades enteras, violado mujeres, arrestado civiles de forma arbitraria y matado niños".

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se ha reunido a puerta cerrada por segunda vez tras la crisis desatada en el país el 25 de agosto, el día en que milicianos rohingya atacaron varios puestos de control de las fuerzas de seguridad y una base del Ejército birmano y las autoridades del país respondieron con una fuerte oleada de violencia injustificada contra civiles de esta minoría.

Otro de los objetivos de la apelación es presionar a la líder de Birmania, Aung San Suu Kyi, también laureada con el premio Nobel, que está recibiendo un aluvión de críticas por su gestión del asunto, que la ONU ha descrito como "un ejemplo de libro de limpieza étnica".

Suu Kyi ha cancelado este miércoles su viaje programado a Nueva York para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas, por su supuesto propósito de atender el conflicto.

Las declaraciones de refugiados y de grupos en defensa de los Derechos Humanos han puesto de manifiesto un aumento de los ataques de las fuerzas de seguridad y civiles budistas contra los rohingya en el estado de Rajine, que habrían incendiado muchos de los asentamientos musulmanes de la región. Las autoridades birmanas han negado estas acusaciones.

El Gobierno de Birmania ha restringido a las agencias de ayuda humanitaria penetrar en el estado de Rajine, bajo el argumento de que muchos activistas apoyan a los rohingya, considerados inmigrantes ilegales que provienen de Bangladesh, aunque muchas de estas familias lleven viviendo generaciones en el país.

Los firmantes de la carta instan a las autoridades birmanas a que implementen las recomendaciones que realizó el antiguo líder de Naciones Unidas Kofi Annan, que indicó que los rohingya deberían obtener el reconocimiento de ciudadanía y vivir y desplazarse con libertad en Birmania.

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