Vázquez mezcla viejas y nuevas caras en el tercer Gobierno del Frente Amplio

MONTEVIDEO 3 Dic. (EUROPA PRESS) -

El presidente electo de Uruguay, Tabaré Vázquez, ha dado a conocer este martes los nombres de sus 14 ministros, que configuran un Gobierno de viejos y nuevos conocidos para la que será su segunda legislatura y la tercera de la coalición izquierdista Frente Amplio.

"No fue nada fácil", ha dicho desde el Hotel Four Points de Montevideo, explicando que hay "otro compañeros valiosos" que se han quedado fuera y destacando el "excelentísimo trabajo" de los ministros que no seguirán en el cargo.

Vázquez ha adelantado que, de los 14 ministros designados, "unos van a continuar" hasta 2020 "y otros no lo harán", aunque se ha mostrado seguro de que todos "harán un trabajo incansable para lograr mejores condiciones de vida para los uruguayos".

El ex jefe de Estado ha mantenido en sus puestos al ministro de Interior, Eduardo Bonomi; al de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro; y al de Ganadería, Tabaré Aguerre, de acuerdo con los medios de comunicación locales.

Entre los recién llegados, destacan el secretario de la Presidencia, Miguel Toma; el ministro de Exteriores, Rodolfo Nin Novoa; el de Economía y Finanzas, Danilo Astori; la de Desarrollo Social, Marina Arismendi; y la de Educación, María Julia Muñoz.

Completan el Gabinete de Vázquez, Ernesto Murro en Trabajo y Seguridad Social; Carolina Cosse en Industria; Víctor Rossi en Transporte; Álvaro García en Planeamiento de Presupuesto; Liliám Kechichián en Turismo; Jorge Basso en Salud Pública; y Eneida de León en Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente.

Vázquez, del Frente Amplio, se impuso a Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional, por el 52,8 por ciento de los votos frente al 40,4 por ciento en las elecciones presidenciales del domingo, consiguiendo también la mayoría en el Senado y, por tanto, el control del Congreso.

El prestigioso oncólogo, de 74 años de edad, presidirá así su segundo Gobierno. En el año 2005 llevó a la izquierda al poder y cinco años después entregó el testigo a Mujica que, paradójicamente, ahora se lo devolverá.