Viviendas destruidas por los combates en Bogorodichne, Ucrania - Mykhaylo Palinchak / Zuma Press / Contactophoto
BRUSELAS, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Defensa de los Veintisiete se reúnen este miércoles y jueves en Estocolmo, Suecia, con el plan sobre la mesa para movilizar sus propias reservas de munición para Ucrania, a la vez que se avanza en un plan de compras conjuntas para reponer los arsenales y garantizar el suministro sostenible de obuses de 155 milímetros que necesita Kiev para librar la batalla contra el Ejército ruso en el este de Ucrania.
Reunidos en un encuentro informal en Estocolmo, los ministros europeos discutirán por primera vez el paquete de apoyo extraordinario de 1.000 millones propuesto por el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, para financiar el envío de munición de artillería a Ucrania frente a la guerra de desgaste que plantea Rusia.
La idea es que la UE facilite con celeridad el envío de obuses de calibre 155 a Kiev. Por eso la intención de Borrell es tirar de los arsenales de los propios Estados miembros, cuya reposición será financiada con 1.000 millones tan pronto como se desbloqueen los 2.000 millones que los Estados miembros acordaron el pasado diciembre para cargar el Mecanismo Europeo para la Paz, el instrumento con el que la UE ha financiado hasta ahora el envío de armas a Ucrania durante la guerra.
Este fondo extrapresupuestario con dotaciones de los Estados miembros se encuentra bajo mínimos, después de haber financiado con 3.600 millones el suministro de armamento de todo tipo a Ucrania.
PLAN DE COMPRAS CONJUNTAS
Junto a esta iniciativa, la diplomacia europea quiere que los Veintisiete avancen en un plan de compras conjuntas de munición para adquirir hasta siete categorías diferentes, según calibre, que sirva tanto para mandar Ucrania como para rellenar las reservas militares en Europa. La idea de Borrell es dar un papel central a la Agencia Europea de la Defensa (EDA, por sus siglas en inglés), que cuenta con equipos de trabajo a este fin pero que nunca se han puesto en marcha a la escala que requiere la guerra en el este del continente.
Se trata de un proyecto a largo plazo, de siete años, con el fin de evitar la fragmentación de la industria militar europea, una de las tareas pendientes las últimas décadas a nivel de la UE. Hasta el momento, 25 Estados miembros, además de Noruega, han confirmado su interés en esta iniciativa, según señalan fuentes diplomáticas.
No obstante, el plan para comprar munición de forma mancomunada, siguiendo el ejemplo de la adquisición de vacunas durante la pandemia, tiene todavía muchos elementos pendientes de debate y que abordarán los titulares de Defensa por primera vez este miércoles y jueves. Es por ello, que algunas fuentes señalan como plazo "ambicioso pero realista" el próximo Consejo de Asuntos Exteriores, del 20 de marzo, contando con que los líderes puedan dar luz verde en la cumbre europea del 23 y 24 marzo.
PAPEL CENTRAL DE LA EDA O CREAR UNA COALICIÓN DE PAÍSES
Entre los detalles que toca definir es quién asumirá el papel central en las adquisiciones conjuntas. Esto es; si finalmente la EDA coordina las compras, se opta por una coalición de países que ya tengan contratos con la industria militar o, una tercera vía, que sería buscar una especie de solución híbrida. Las fuentes consultadas explican que la forma más "coordinada" es a través de la agencia, pero admiten que también sería un proceso más lento dado el nivel de desafío que representa la guerra de Ucrania.
Teniendo en cuenta las rondas de contactos con las empresas armamentísticas, así como las negociaciones y la finalización de acuerdos para la adquisición de munición, llevaría "meses" en total hasta que la UE pudiera rubricar nuevos contratos. Una opción más ágil es que los Estados miembros que ya tienen contratos en marcha o recién firmados hagan coaliciones, como en el caso del suministro de tanques Leopard, para redirigir estos contratos al propósito de ayudar a Ucrania.
"Ucrania necesita municiones ahora. Debemos abandonar cualquier idea que pueda ralentizar los procedimientos", ha explicado una fuente diplomática de un Estado miembro reacio a retrasar el envío de armamento.
Otro punto que deja en el aire la propuesta de Borrell es si estas compras conjuntas se deben limitar a armamento y munición de fabricación europea o, por el contrario, los Veintisiete deben abrirse a adquirir material de terceros países, como Estados Unidos. El consenso en el seno del bloque dicta que ahora hay que priorizar los suministros europeos, si bien existen dudas de que la industria de la Defensa europea pueda adaptarse y producir en modo de economía de guerra para colmar las necesidades de munición que tiene Ucrania en pleno recrudecimiento de los combates.
Ante este posible escenario, ya hay Estados miembros que piden empezar a mirar a otros socios cercanos. "Muchos Estados miembros dicen que enviar rápido suministro de munición es más importante que mandar solo material que venga de la industria europea", resume otra fuente diplomática, que opina que debe regir el "pragmatismo" para ayudar a Kiev de la mejor manera posible, frente a algunos otros que se cierran en banda a comprar armas con fondos europeos fuera de la UE.
Asimismo, existen distintas opiniones en el seno de los Veintisiete sobre cómo financiar estos planes dado que el Mecanismo Europeo para la Paz se vaciaría de nuevo con un proyecto del calado de las compras conjuntas. Como telón de fondo, el debate sobre el instrumento que ha servido en esta coyuntura para financiar el suministro de armas a Ucrania de forma ágil pero que priva de fondos para la política de Defensa de la UE en el resto del mundo, por lo que pueden crecer las voces que pidan un fondo específico para ayudar militarmente a Ucrania frente a la guerra de agresión rusa.