CARACAS, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
Decenas de venezolanos se han echado de nuevo a las calles estos días pero no por motivos políticos, como ha sido habitual en los últimos años, sino para exigir al Gobierno de Nicolás Maduro el 'pernil', una pata de jamón que no puede faltar a la mesa en Navidad y que, sin embargo, es imposible de encontrar por la crisis de abastecimiento que sufre el país.
El 'pernil' es el producto estrella de la cesta de Navidad que el Gobierno ofrece todos los años a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) a un precio menor que el de mercado gracias a los subsidios públicos.
La caja mensual de diciembre de los CLAP, la cesta navideña, todavía no se ha distribuido en muchos lugares y donde ya se han puesto a disposición de los consumidores no hay ni rastro del 'pernil', a pesar de que el Gobierno prometió que el esperado lote estaría antes de las elecciones municipales del pasado día 10.
En la localidad de Catia, un bastión 'chavista', este viernes es el segundo día consecutivo de protestas. "Nos engañan, no nos llega la comida. Estamos cansados. Se burlan de nosotros", ha dicho una vecina, en declaraciones al diario venezolano 'El Nacional'.
En Barquisimeto, los trabajadores del servicio de transporte público se manifestaron frente a la sede de la empresa estatal Transbarca para reclamar su 'pernil'. Una treintena de autobuses han quedado paralizados y amenazan con mantener la huelga hasta que les llegue la mercancía prometida.
Las manifestaciones se han tornado violentas en la ciudad de Maiquetía, donde la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) tuvo que intervenir el jueves por la noche (hora local) para desalojar a los manifestantes, que habían bloqueado una vía.
BOICOT DE PORTUGAL
Así las cosas, Maduro ha responsabilizado de la falta de 'pernil' a Portugal y Estados Unidos. Según su versión, el Gobierno esperaba un envío de carne porcina procedente del país europeo que no se ha efectuado porque las sanciones norteamericanas contra Venezuela han impedido realizar el pago.
"¿Qué pasó con el 'pernil'? Nos sabotearon. Puedo decirlo de un país, Portugal. Estaba listo, porque nosotros compramos todo el 'pernil' que había en Venezuela. Todo lo compramos. Pero teníamos que importar y así di la orden y firmé los pagos. Pero nos persiguieron las cuentas bancarias", dijo el jueves en un discurso televisado.
El ministro de Exteriores de Portugal, Augusto Santos, ha contestado este viernes a Maduro en la emisora lusa TSF: "Ciertamente no tenemos ese poder para sabotear el muslo de cerdo. El Gobierno portugués no exporta 'pernil' ni a Venezuela ni a ningún otro país del mundo. Vivimos en una economía de mercado".
Ante el revuelo suscitado, incluso una de las empresas proveedoras, la portuguesa Raporal, ha reaccionado. En un comunicado que recoge la prensa venezolana, explica que Venezuela debe todavía 40 millones de euros de un cargamento de 'pernil' valorado en 63,5 millones de euros que se entregó en 2016.
CRISIS ECONÓMICA
Venezuela sufre una grave crisis económica desde hace años que se ha traducido en la falta de productos de primera necesidad, como comida o medicamentos, que han llevado a la Mesa de Unidad Democrática (MUD) --coalición opositora-- a denunciar la existencia de una "crisis humanitaria".
La caída del precio del petróleo en el mercado internacional ha dinamitado la economía venezolana, cuya principal fuente de riqueza son las exportaciones de crudo. La falta de ingresos ha impedido a su vez al Gobierno mantener el ritmo de las importaciones, que solían abarcar a la mayoría de los productos.
Maduro asegura que la crisis es fruto de una "guerra económica" lanzada por la derecha venezolana e internacional, pero la MUD culpa al Gobierno por una mala gestión de la renta petrolera en época de bonanza y a la inexistencia de una industria nacional capaz de suplir las compras en el extranjero.