MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
Venezuela registró en 2018 una inflación récord de un 1.698.488 por ciento, según el cálculo realizado por la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, ya que el Gobierno de Nicolás Maduro no publica datos oficiales sobre el estado de la economía desde hace tres años.
El presidente de la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional, Rafael Guzmán, ha anunciado este miércoles que los precios subieron un 141,75 por ciento en diciembre, lo que, sumado al acumulado del resto del año, sitúa la inflación anual en un 1.698.488 por ciento.
"Con esta cifra, Venezuela se convierte en uno de los tres países con la inflación más alta en la historia del mundo. Este es el resultado de quienes usurpan el poder y no proponen medidas para solucionar la crisis que vivimos", ha dicho el diputado opositor en Twitter.
Guzmán ha explicado que la principal causa de la hiperinflación es que "el Banco Central de Venezuela (BCV) monetiza el déficit presupuestario al entregarle dólares a PDVSA y otras empresas del Estado" para que suplan su falta de recursos.
"Si el Gobierno no toma medidas para frenar la hiperinflación, que es dejar que el BCV siga monetizando el déficit presupuestario del Estado, vamos a seguir en esta situación", ha avisado, según informa el diario venezolano 'El Nacional'.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ya señaló en verano que, de acuerdo con sus previsiones para Venezuela, el país caribeño cerraría 2018 con una inflación de al menos un millón por ciento. Para 2019, pronostica un auge de los precios de diez millones por ciento.
Venezuela sufre desde hace cinco años una recesión económica que ha dejado sin productos de primera necesidad a los venezolanos, lo que ha empujado a tres millones a huir a los países vecinos. La ONU alerta de que, si la tendencia continúa, en 2019 sumarán cinco millones.
El Gobierno de Nicolás Maduro atribuye la crisis económica en Venezuela a un supuesto complot de sus detractores dentro y fuera del país para derrocarlo. La oposición, en cambio, señala a la mala gestión y a la corrupción de la cúpula dirigente.