CARACAS, 5 Dic. (EDIZIONES) -
Venezuela celebra este domingo unas elecciones parlamentarias percibidas tanto desde dentro como desde fuera como trascendentales para su futuro político y lo hace con una oposición huérfana porque los principales líderes no podrán someterse al dictamen de las urnas.
Aunque los comicios legislativos en regímenes presidencialistas suelen ser menos relevantes --y más en países con personalidades mesiánicas-- esta votación para elegir la nueva Asamblea Nacional será crucial para definir la era postchavista.
Por primera vez en 14 años el oficialismo podría perder la mayoría, lo que dejaría el Congreso en manos de una oposición deseosa de expulsar al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) del poder desde la muerte de carismático Hugo Chávez, en 2013.
El Gobierno y la oposición son plenamente conscientes de que la batalla por el Parlamento será decisoria y definitiva para marcar el rumbo de Venezuela durante los próximos años y, quizá, garantizar un largo ciclo político como el vivido bajo el manto de Chávez.
La Mesa de Unidad Democrática (MUD) ha atribuido a esta tensión política el hecho de que sus primeros espadas hayan sido desarmados por el Gobierno de Nicolás Maduro de una u otra forma para impedir que consigan un escaño.
LEOPOLDO LÓPEZ
El caso más sonado es el de Leopoldo López, jefe de Voluntad Popular (VP) y el liderazgo más claro en la oposición venezolana de los últimos años tras los insuficientes resultados electorales de su colega Henrique Capriles.
Fue encarcelado el 18 de febrero de 2014 tras ser señalado por el Gobierno como 'autor intelectual' de la violencia desatada en las revueltas opositoras y condenado posteriormente a casi 14 años de cárcel, lo que conlleva una inhabilitación para ejercer cargos públicos.
López ya sufrió este tipo de medidas punitivas en 2008, cuando amenazó, desde la Alcaldía del municipio de Chacao --que abandonó como el edil más popular de Venezuela-- con hacerse con el Gobierno de Caracas en las elecciones locales del año siguiente y desde allí dar el salto al Palacio de Miraflores.
El líder de la tolda naranja fue inhabilitado en 2008 por la Contraloría General por malversación de fondos por una subvención que PDVSA concedió a una fundación liderada por su madre cuando López trabajaba para la petrolera estatal, entre 1996 y 1999.
"Una Corte ha determinado que no puedo ocupar un cargo público hasta 2014, asegurándose así de que no pueda postularme a estas elecciones, a la Asamblea Nacional en 2010 o a la Presidencia en 2012", dijo. El Gobierno lo negó tajantemente. "Nosotros no inventamos nada", afirmó la entonces contralora general, Adelina González.
Aunque las autoridades venezolanas explicaron en aquel momento que la inhabilitación regiría hasta 2014, la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, aclaró poco antes de que expirara que estaría vigente hasta 2017, anulando así cualquier opción electoral de López para este domingo.
DANIEL CEBALLOS
Ceballos sufrió la misma suerte que López y el 18 de marzo de 2014 fue sancionado (sin que mediara juicio alguno) con la inhabilitación y un año de prisión por supuestamente favorecer la violencia en las protestas opositoras de ese fatídico año.
El también dirigente de Voluntad Popular ejercía por aquel entonces como alcalde de San Cristóbal, la ciudad rebelde de Venezuela, conocida así por su tradicional carácter contestatario frente al poder 'chavista', a pesar de ser la capital del estado de Táchira, bastión rojo.
Ceballos cumple la sanción administrativa desde su casa porque, tras pasar varios meses en la cárcel militar de Ramo Verde, junto a López, fue trasladado por su debilidad a causa de una huelga de hambre emprendida para exigir su liberación.
El encarcelamiento de Ceballos fue un golpe certero a la MUD porque era uno de los regidores locales con más aceptación popular en un enclave simbólico que la oposición ha conseguido retener gracias a su mujer, Patricia Gutiérrez, que cogió el relevo de su marido en el Ayuntamiento.
ANTONIO LEDEZMA
El alcalde metropolitano de Caracas fue sorprendido en su despacho capitalino el pasado 19 de febrero, cuando la oposición venezolana creía que ya había sobrevivido al primer aniversario de la detención de López sin sufrir bajas.
Agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) entraron en la habitación y arrasaron con todo, incluso con Ledezma, al que golpearon para llevárselo preso por supuestamente formar parte de un complot para derrocar a Maduro.
Ledezma pasó dos meses recluido en las ya mundialmente famosas instalaciones de Ramo Verde y fue puesto bajo arresto domiciliario por su delicado estado de salud, que le llevó a ser operado de una "hernia inguinal reproducida".
El edil capitalino es una de las voces más transversales --y sosegadas-- de la dividida oposición y ostenta el cargo de elección popular más importante de Venezuela, después de la Presidencia de la República, por lo que su reclusión supone una pérdida importante.
MARÍA CORINA MACHADO
Es la única mujer en la lucha contra el 'chavismo' y por ello una de las figuras opositoras más destacadas, lo que la puso en la mira del Palacio de Miraflores hace muchos años, aún con el Comandante a los mandos de la Revolución Bolivariana.
En las convulsas horas del 2014, el oficialismo consiguió echar a Machado de la Asamblea Nacional acusada de "traición" por denunciar en la Organización de Estados Americanos (OEA) --desde el sillón de Panamá-- los abusos de "la dictadura" de Maduro.
Su salida del Congreso ya fue un logro para el PSUV y sus aliados, que habían intentado todo para minar sus defensas: ha sido golpeada e insultada varias veces por diputados 'chavistas' en reyertas parlamentarias tristemente frecuentes.
Pero la neutralización política llegó en verano, cuando fue inhabilitada con la "excusa" de no declarar una serie de movimientos patrimoniales, a lo que ya en otoño se ha sumado la amenaza de un juicio por conspirar para tumbar al Gobierno de Maduro.
A pesar de estas barreras, Machado --otrora la diputada más votada por los venezolanos-- ha advertido de que no se quedará al margen de la contienda electoral. "Me partieron la cara y me sacaron a patadas de la Asamblea Nacional (...) ¿De verdad creen que me van a callar?", ha dicho.
CARLOS VECCHIO
Vecchio es el 'número dos' de VP --el partido político con más tirón en la oposición venezolana-- pero está fuera de la nación caribeña desde febrero de 2014 por la orden de busca y captura que pesa en su contra por "instigación pública".
El coordinador político pasó 108 días en la clandestinidad hasta que logró salir de Venezuela rumbo a Miami, donde ha establecido su sede "para poder ser una voz internacional" y "denunciar la realidad que vive Venezuela". "Soy un perseguido más", sostiene.
EN LA CÁRCEL Y EN LA CALLE
Todos estos movimientos han servido para descabezar a una oposición que no anda sobrada de líderes ante una oportunidad histórica de cambiar el color político de Venezuela que, de perderse, podría no volver a repetirse en décadas.
Maduro lo sabe e incluso se jacta de ello, al mismo tiempo que, sin embargo, defiende la pulcritud de cada uno de los procesos administrativos y judiciales que han llevado a López y los suyos al ostracismo electoral.
"La oposición se quedó sin líderes ¿quién es el líder? ¿quiénes son los líderes? ¿dónde están?", se pregunta.