MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Venezuela ha expresado este domingo su rechazo a "las pretensiones injerencistas de gobiernos de la derecha regional", apuntando directamente a Colombia, México, Brasil y Argentina.
"Quiero enviar un mensaje a esos gobiernos de la derecha regional que están promoviendo la intervención en nuestro país, que en cada minuto están pronunciándose en contra de los asuntos internos que ocurren en Venezuela", ha dicho la ministra de Exteriores, Delcy Rodríguez.
"Rechazamos y protestamos enérgicamente la posición transmitida por la Cancillería de Colombia. A Colombia le decimos: vean su propia realidad, donde hay violación masiva de los Derechos Humanos, donde asesinan a líderes sindicales y campesinos", ha manifestado.
Rodríguez ha tenido también palabras para México, pidiendo al país que "vea su propia realidad, en lugar de estar de forma inmoral inmiscuyéndose en los asuntos internos de Venezuela".
"Sabemos lo que ocurre en México, sabemos lo que ocurre en Colombia, sabemos lo que ocurre en Brasil: un Gobierno de facto que dio un golpe de Estado a una presidenta electa por más de 54 millones de brasileños pretende de dar lecciones de democracia a Venezuela", ha criticado.
La ministra ha cargado también contra el presidente de Argentina, Mauricio Macri, de quien ha dicho que está "incurso en delitos terribles de corrupción" y que "además ha implantado las políticas neoliberales, criminales en contra de los derechos socioeconómicos del pueblo argentino".
"Les decimos: saquen sus narices de Venezuela. No tienen nada que pronunciarse sobre nuestro país. Lo rechazamos", ha manifestado, recalcando que estos gobiernos "en concierto promueven la intervención de Venezuela para, simplemente, satisfacer los intereses de Washington".
Rodríguez ha respondido así a los últimos comunicados publicados por los citados países sobre la situación política en Venezuela, tras varias jornadas de manifestaciones convocadas por la oposición contra el Gobierno.
Las protestas se suceden desde que el Tribunal Supremo de Justicia publicase hace dos semanas dos sentencias que afectan al ejercicio parlamentario de los diputados a la Asamblea Nacional por los partidos de la oposición, lo que supone una "ruptura del orden constitucional".
En un principio, el Gobierno se limitó a emitir un comunicado en el que denunció una "arremetida" de "la derecha intolerante y pro imperialista dirigida" por Estados Unidos para "atentar contra el Estado de Derecho" a través de "falsedades e ignominias", pero finalmente convocó al Consejo de Defensa Nacional, que ordenó al TSJ dar marcha atrás.
El TSJ ha cumplido las órdenes del Palacio de Miraflores y ha emitido dos "aclaraciones" que devuelven sus poderes a la Asamblea Nacional y la inmunidad a los diputados, con lo que el presidente, Nicolás Maduro, ha dado por superado este "impasse en los poderes públicos". Sin embargo, para los críticos esta sucesión de hechos confirma que el Gobierno controla las demás instituciones venezolanas.