MÉXICO DF 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
La ciudad mexicana de Veracruz, una de las más antiguas de América, acoge la XXIV Cumbre Iberoamericana que reunirá a la mayor parte de los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la región durante este lunes y martes. Una cita de enorme importancia para uno de los Estados más turísticos de México que trata de olvidar el incesante incremento de la violencia que se ha producido en esta zona en los últimos años.
Situado frente a la costa atlántica del Golfo de México, el Estado de Veracruz ha vivido en estos últimos tres años, algunos de los de los episodios más violentos de su historia moderna, con el hallazgo de varias fosas este verano o la aparición en 2011 de 35 cadáveres torturados en plena calle, en concreto, en el bulevar Adolfo Ruiz Cortines, una de las zonas más turísticas del municipio de Boca del Río, perteneciente a la ciudad de Veracruz, donde ahora se celebra la cumbre Iberoamericana.
A pesar de que hasta ese momento no registraba altas cifras de homicidios --179 en 2010--, este Estado acaparó la atención mediática en los últimos años ante el incesante incremento de la violencia, el número de asesinatos, desapariciones y secuestros. Una realidad que sumió a la población en el miedo y que trata ahora de ser contrarrestada con la celebración de eventos internacionales como la Cumbre Iberoamericana o los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe que acogió la ciudad de Veracruz hasta el pasado 30 de noviembre.
Un Estado que ha demostrado su capacidad para garantizar la seguridad durante la celebración de estos eventos pero que, al mismo tiempo, volvió a estremecerse este viernes ante la aparición de otros cinco cadáveres en el municipio de Tlacotalpan, a menos de 100 kilómetros de Boca del Río, según informa la revista mexicana 'Proceso'.
Con uno de los puertos comerciales más destacados del país y una riqueza histórica de incalculable valor, Veracruz representa a la perfección a esos dos 'Méxicos', casi antagónicos, que coexisten en el tiempo, sin apenas interferir el uno en el otro. El país sacudido, en algunas zonas, por la violencia que impone el narcotráfico vive, por otro lado, sumido en una corriente de desarrollo económico envidiable para muchos países de su entorno y se erige como una de las potencias culturales más destacadas de Latinoamérica.
La apuesta de esta ciudad por el desarrollo se concretó el pasado 25 de noviembre con la colocación de la primera piedra de la ampliación del puerto de Veracruz. Para ello, se realizará la inversión más grande en la historia de esta ciudad, 60.000 millones de pesos (4.180 millones de dólares), con la que espera multiplicar por tres el volumen de mercancía que pasa por el puerto.
Pero además, Veracruz destaca por ser un destino turístico destacado en México gracias a sus playas y su relevancia histórica. Fundada el 22 de abril de 1519 por el propio Hernán Cortés, se trata de una las ciudades más antiguas de América y de hecho, su puerto ya se erigió en aquella época como una de las puertas más destacadas de entrada al continente.
De aquel entonces, se conserva el imponente fuerte de San Juan de Ulúa, que fue erigido poco después de la fundación de la ciudad para proteger el puerto de los continuos ataques piratas y que sirvió como muelle para los numerosos barcos provenientes de España.
Un lugar que vio nacer a la civilización Olmeca y que guarda en sus tradiciones la riqueza cultural que conlleva ser un enclave fundamental en las comunicaciones entre diferentes países de América. Así lo atestigua el danzón, un baile que suele representarse en algunas de las plaza más céntricas de la ciudad, y que a pesar de su origen cubano, forma parte ya de la identidad de este Estado del este del país.
Veracruz trata de olvidarse de su pasado más reciente cargado de violencia para continuar siendo aquella ciudad que destacaba en el mapa por la belleza de sus costas, su patrimonio cultural de incalculable valor y por ostentar un puerto de mercancías, clave en el desarrollo económico de México.