JOHANESBURGO, 15 Nov. (Reuters/EP) -
El líder de los influyentes veteranos de guerra de Zimbabue, Chris Mutsvangwa, ha pedido este miércoles a los países de la región y de Occidente que vuelvan a estrechar lazos con el país, aplaudiendo al Ejército por su movimiento de "corrección".
Así, ha indicado que las acciones de los militares en las últimas horas suponen "la corrección de un Estado que estaba corriendo hacia un precipicio", agregando que una administración militar derivará en "un mejor ambiente empresarial" en el país.
Durante la madrugada de este miércoles, el Ejército se ha hecho con el control de la radiotelevisión estatal, emitiendo un comunicado en el que ha afirmado que actúa contra "criminales" y ha negado que se trate de un golpe de Estado contra el presidente, Robert Mugabe.
El encargado de leer el texto, el portavoz de las Fuerzas Armadas, S.B. Moyo, ha asegurado que tanto Mugabe como su familia "se encuentran bien" y que "su seguridad está garantizada", sin decir si se encuentran bajo custodia.
Así, ha insistido en que "sólo se está actuando contra criminales (...) que están cometiendo crímenes que están causando sufrimiento social y económico en el país para llevarles ante la justicia".
"Una vez hayamos completado nuestra misión, esperamos que la situación vuelva a la normalidad", ha agregado, apuntando que la intervención tiene lugar después de que la ZBC se negara a publicar un comunicado del Ejército y a que "la situación en el país a pasado a otro nivel".
"Queremos dejar muy claro que no es un toma del Gobierno por parte del Ejército. Lo que las Fuerzas de Defensa de Zimbabue están haciendo es pacificar una situación política, social y económica en deterioro a la que, de no hacérsele frente, podría derivar en un conflicto violento", ha argumentado.
"Pedimos a todos los veteranos de guerra que jueguen un papel positivo en la búsqueda de la paz, la estabilidad y la unidad en el país", ha manifestado, recalcando que todos los militares "deben volver inmediatamente a sus barracones".
Así, se ha dirigido además a los miembros del resto de fuerzas de seguridad, solicitando que "cooperen por el bien del país". "Que quede claro que queremos hacer frente a las amenazas de seguridad en el país. Cualquier provocación tendrá una respuesta adecuada", ha advertido.
En el marco de las operaciones de los militares en Harare habría sido detenido el ministro de Finanzas de Zimbabue, Ignatius Chombo, según fuentes gubernamentales citadas por la agencia británica de noticias Reuters.
Chombo es uno de los principales miembros de la facción del gubernamental ZANU-PF conocida como G40, encabezada por Grace, la esposa del presidente zimbabuense.
La toma de la sede de la ZBC tuvo lugar horas después del despliegue de carros de combate en las inmediaciones de Harare tras la reciente advertencia del jefe de las Fuerzas Armadas, Constantino Chiwenga, sobre una posible intervención para frenar la "purga" de exguerrilleros en el seno del gobernante ZANU-PF.
LAS DISPUTAS EN EL ZANU-PF
El reciente cese del vicepresidente Emmerson Mnangagwa por parte de Mugabe ha puesto las espadas en alto en Zimbabue, hasta el punto de que el jefe de las Fuerzas Armadas salió el lunes en defensa de Mnangagwa y reclamó el fin de la "purga" de antiguos guerrilleros en el partido gobernante.
Las Fuerzas Armadas suelen estar al margen de este tipo de tensiones políticas y, de hecho, guardaron silencio cuando en 2014 fue apartada de la Vicepresidencia Joice Mujuru, una veterana de guerra. Ahora, en cambio, han decidido dar un polémico paso al frente.
"Debemos recordar a quienes están detrás de los actuales chanchullos traidores que, si se trata de proteger nuestra revolución, el Ejército no dudará en intervenir", advirtió Chiwenga, en una comparecencia ante los medios que no ha dejado indiferente a nadie.
La evidente división en el seno del gobernante ZANU-PF tiene como trasfondo la carrera por suceder al veterano presidente, de 93 años, que gobierna el país africano desde 1980. Una facción respalda a la primera dama, Grace Mugabe, mientras que otra apoya a Mnangagwa, que ahora parece haber quedado fuera por orden directa del jefe de Estado, que no ha dudado en acusarle de traidor.
Grace Mugabe tiene entre sus principales apoyos a la facción G40, compuesta en su mayoría por jóvenes que no combatieron por la independencia y que creen que la sucesión de Mugabe debería dar pie también a un relevo generacional en Zimbabue.
El líder de las juventudes del partido, Kudzai Chipanga, ha acusado al jefe militar de actuar contra la Constitución y ha asegurado que están dispuestos a hacer lo que sea necesario para "defender la revolución". "Es un ideal por el que vivimos y por el que estamos dispuestos a morir", ha proclamado en la sede del partido en Harare.
El ZANU-PF en su conjunto también ha salido al paso de las advertencias de Chiwenga, al que ha acusado de seguir una "conducta traidora" con respecto a la cúpula política. En este sentido, el partido ha señalado en un comunicado que sigue apostando por la "primacía de la política sobre las pistolas".