MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) -
Una delegación de la minoría rohingya se dirige este viernes a Birmania para discutir un difícil proceso de repatriación, en la que se trata de la primera visita al país de un grupo de representantes de la etnia desde el éxodo del que fueron víctimas en 2017 debido a la persecución emprendida por el Ejército birmano y que forzó aproximadamente a un millón de personas a abandonar el país.
Cientos de miles de rohingyas sobreviven desde entonces en el inmenso campamento de refugiados de Cox's Bazar, en Bangladesh, amenazados por la superpoblación, las enfermedades, las tormentas y los incendios, provocados o involuntarios, además de en un limbo institucional.
Las autoridades bangladeshíes han "evacuado" a miles de desplazados a otras zonas del país en una decisión denunciada por las ONG internacionales por poner en peligro a la población vulnerable mientras Birmania es, desde febrero de 2021 una dictadura militar tras un golpe de Estado que ha dejado más de 3.000 muertos y abierto un conflicto todavía en curso entre militares y grupos de resistencia.
En este contexto enormemente peligroso, la delegación rohingya que ha partido a Birmania en torno a las 09.20 de esta mañana, según ha confirmado el diario nacional 'The Daily Star', realizará su primera visita de evaluación a una serie de instalaciones de alojamiento levantadas por las autoridades birmanas en el estado de Rajine, hogar de esta etnia minoritaria, en un viaje acordado el pasado 18 de abril tras unas conversaciones entre Bangladesh y Birmania bajo mediación del Gobierno chino.
Si todo sigue como está previsto, una delegación birmana visitará el campamento de Cox's Bazar para discutir la logística de los retornos. Según fuentes de Pekín consultadas por el diario bangladeshí 'Prothom Alo' en su edición digital, China y Birmania esperan comenzar las operaciones de retorno con la repatriación de 1.176 rohingyas a finales de este mes, tras años de presiones internacionales, en medio de una investigación del Tribunal Penal Internacional sobre la campaña militar por presuntos crímenes contra la Humanidad y, todavía, diferencias de fondo entre Bangladesh y Birmania sobre el proceso de regreso.
Según fuentes diplomáticas al mismo medio, la reunión del 18 de abril en Kunming arrojó serias diferencias entre Bangladesh y Birmania, en particular en torno al ritmo de repatriación: Birmania ha indicado que, debido al conflicto abierto en el país, solo está capacitada para acoger las llegadas de 30 personas al día, muy por debajo de los 300 diarios que pide el Gobierno de Bangladesh.
En cualquier caso, ambas partes entienden que el proceso de repatriación seguirá en fase de pruebas hasta diciembre de este año, y pendiente de alcanzar el objetivo final del retorno a Rajine de unos 6.000 rohingyas durante los próximos seis meses.