Llama a "tender un puente" entre México y Ecuador para que la situación "no escale más"
MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
El viceministro de Exteriores de Argentina, Leopoldo Sahores, admite que Buenos Aires mantiene una posición "crítica" con respecto a las sanciones adoptadas unilateralmente en el ámbito internacional contra determinados países pero emplaza a gobiernos como el venezolano, presidido por Nicolás Maduro, a no utilizarlas como "excusa" para justificar sus excesos.
El viceministro aclara, en una entrevista a Europa Press con motivo de una visita a Madrid, que Argentina no baraja imponer "sanciones de ningún tipo" a Venezuela y señala, en cambio, que es el Gobierno de Maduro quien ha optado por esta vía, limitando desde febrero la utilización del espacio aéreo venezolano por parte de aeronaves argentinas. Cataloga esta medida de "absolutamente discriminatoria", así como una "contradicción" con el propio discurso de Caracas.
A día de hoy, y a falta de ver cómo se reconfigura el escenario tras la designación de Edmundo González como teórico candidato unitario de la oposición en Venezuela, el Gobierno de Javier Milei no ve que se den "las condiciones para que haya elecciones libres, transparentes y con amplia participación" y se muestra, a priori, "pesimista", habida cuenta de la imposibilidad de la oposición para escribir a sus principales figuras por el veto oficialista.
Sobre la posibilidad de que la posición argentina pueda cambiar tras la decisión de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), el 'número dos' del Ministerio de Exteriores argentino recalca que desde Buenos Aires seguirán "con mucha atención" cualquier paso, para determinar por ejemplo que no hay "restricciones" por parte del "régimen". Así, considera "clave" el papel de los observadores internacionales de cara al 28 de julio.
"La comunidad internacional no puede permanecer ajena a lo que sucede en Venezuela", reclama Sahores, que cree que el escenario actual es "muy parecido" al de 2018, cuando estallaron protestas opositoras masivas y parte de los gobiernos extranjeros comenzó a cuestionar la legitimidad del poder chavista.
NO HAY "CRISIS" CON CHILE
La alusión de la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, a la supuesta presencia del partido-milicia libanés Hezbolá en Chile generó malestar en este último país. La propia ministra pidió disculpas a su homóloga chilena y Buenos Aires da ya por zanjado este "intercambio de visiones" --"no lo calificaría como crisis", apunta Sahores--.
Con Chile, "hay un diálogo permanente", según el viceministro, que tiene previsto reunirse con su homóloga para proseguir consultas políticas similares a las que mantuvo esta semana en Madrid con la secretaria de Estado española para Iberoamérica, Susana Sumelzo. "La coordinación entre ambos países es plena, además de ser absolutamente necesaria (porque) tenemos una frontera de 5.000 kilómetros", subraya.
Con respecto a la polémica abierta en toda la región por el asalto de las fuerzas de seguridad ecuatorianas a la Embajada mexicana en Quito, Sahores cree que es momento de que los gobiernos de la región ofrezcan sus "buenos oficios" y contribuyan a que la situación "no escale más". El objetivo sería "sentar nuevamente a México y Ecuador a la mesa".
Desaconseja por tanto iniciativas como elevar el caso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y apuesta en cambio por "tender un puente" para acercar a ambas partes. "La familia latinoamericana se siente incómoda con un conflicto de esta naturaleza, independientemente de las razones que asistan a uno u otro en este sentido", remacha.