BALO-I (FILIPINAS), 26 (Reuters/EP)
La vicepresidenta de Filipinas, Leni Robredo, ha visitado este lunes a los desplazados internos por la violencia en Marawi, de donde las Fuerzas Armadas tratan de expulsar a los terroristas del Grupo Maute, ante la ausencia del presidente, Rodrigo Duterte, que lleva una semana sin aparecer en público.
Robredo ha visitado un centro para desplazados internos ubicado en Balo-i. "Todos confiamos en que la lucha acabe pronto y en que la gente pueda regresar a sus casas", ha dicho la 'número dos' del Gobierno, subrayando que las fuerzas filipinas "están haciendo todo lo posible para que así sea".
Los combates en Marawi contra los insurgentes islamistas se han reanudado este lunes tras el fin de la tregua de ocho horas acordada por las partes con motivo de las celebraciones del Eid al Fitr, con las que concluye el mes sagrado de Ramadán.
El portavoz militar Joar Herrera ha afirmado que el alto el fuego ha sido "pacífico en términos generales" y que ha permitido a las fuerzas filipinas rescatar a trece rehenes. Sin embargo, algunos habrían sido decapitados y otros obligados a luchar junto a los terroristas, ha alertado.
Herrera ha confiado en "poder liberar Marawi lo antes posible" porque el Grupo Maute "se está desmoronando". "Hemos dado por buenos las informaciones que indican que tienen problemas internos", ha afirmado, detallando que les falta dinero para suministros y armamento.
"Hemos retomado la ofensiva y estamos avanzando centímetro a centímetro hacia el centro de gravedad. Estas son las cosas que están afectando (al Grupo Maute) en términos de moral", ha señalado Herrera, en declaraciones recogidas por la cadena filipina ABS-CBN.
Desde que comenzaron los combates en Marawi, hace ya varias semanas, 290 terroristas, 70 militares y 27 civiles han muerto y unas 250.000 personas han tenido que abandonar la ciudad para escapar de la violencia, de acuerdo con el último balance oficial.
LA AUSENCIA DE DUTERTE
La presencia de Robredo, rival política de Duterte, en Balo-i ha alimentado los rumores sobre el presidente filipino, que en las últimas semanas ha escapado de las apariciones públicas, en contra de su comportamiento habitual desde que asumió el cargo, hace un año.
Los medios de comunicación locales han apuntado a un posible problema de salud, si bien Salvador Panelo, un viejo amigo de Duterte, ha asegurado que el mandatario "está fuerte como un toro" y que ha anunciado que el martes asistirá a un acto oficial tras la reunión del Consejo de Ministros.