MADRID, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente de Sudán del Sur James Wani Igga ha reclamado este jueves a la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo de África Oriental (IGAD) que supervise estrictamente la aplicación del alto el fuego pactado la semana pasada entre el Gobierno y los rebeldes encabezados por el exvicepresidente Riek Machar.
Wani Igga ha resaltado que los enfrentamientos registrados durante el fin de semana en los estados de Unidad y Río Yei son una amenaza para la aplicación del acuerdo, reclamando a los rebeldes que se ciñan al mismo, según ha informado la emisora local Eye Radio.
"Pido a los grupos armados que alzan sus armas contra el Gobierno que silencien sus pistolas, porque esto no es sano", ha dicho, manifestando que "la IGAD y todas las personas de buena voluntad deben condenar este tipo de actividades y fortalecer la supervisión del alto el fuego".
Los combates entre el Ejército y los rebeldes del Movimiento de Liberación del Pueblo Sudanés en Oposición (SPLA-IO) se saldaron con al menos 19 muertos, entre ellos nueve civiles, según el balance oficial. Ambas partes se acusaron mutuamente de iniciar las hostilidades.
El alto el fuego fue firmado el 21 de diciembre por el presidente, Salva Kiir, y Machar bajo los auspicios de la IGAD, tras varios días de conversaciones de paz en la capital de Etiopía, Adís Abeba.
El 2015, las partes ya firmaron un acuerdo similar que estalló un año después debido a una escalada de violencia en Yuba, que en apenas unos días dejó decenas de muertos y miles de nuevos desplazados.
Sudán del Sur vive sumido en una guerra civil desde diciembre de 2013 que enfrenta a los partidarios de Kiir, de etnia dinka, con las fuerzas leales a Machar, de etnia nuer.
Naciones Unidas ha alertado en varias ocasiones de la posibilidad de un genocidio en el país, debido al cariz étnico que parece estar tomando el conflicto.