FARC
JOHN VIZCAINO/REUTERS
Actualizado: viernes, 29 diciembre 2017 18:52


BOGOTÁ, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -

Mariela López es una de las más de ocho millones de víctimas que ha dejado la guerra entre el Estado y las FARC en Colombia. Ella ha decidido perdonar y ahora es parte activa del proceso de paz: trabaja dando clase a los hijos de los ex guerrilleros.

"Yo fui víctima y me estoy sanando", cuenta a Caracol Radio López, que perdió a su marido y a varios seres queridos durante el conflicto armado que ha desangrado a la nación iberoamericana durante más de medio siglo.

Trabaja como maestra en la escuela rural del municipio de Dabeiba y cuenta entre sus alumnos a más de 70 hijos de antiguos miembros de las FARC.

"Más o menos el 50 por ciento de los estudiantes de aquí son hijos de ex combatientes (...) Y me alegro cuando el ex combatiente viene con su hijo de la mano", afirma.

Desde que el acuerdo de paz está en marcha, hace un año, el número de alumnos ha subido un 300 por ciento. "Uno hace el balance del antes y el ahora y ve que Llano Grande (de Dabeiba) es un territorio de paz y reconciliación", valora.

Los más de 8.000 guerrilleros que integran las FARC se han desmovilizado y desarmado este año y ahora buscan la forma de volver a la vida civil, para lo cual cuentan con la ayuda del Gobierno y de diversas organizaciones.

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