MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
Víctimas de ataques químicos en 2013 en Ghuta Oriental han presentado este martes una demanda en Francia contra las autoridades del país árabe por la muerte de cientos de civiles en estos bombardeos, ejecutados contra áreas en ese momento en manos de los rebeldes.
La demanda, presentada por supervivientes y por el Centro Sirio para Medios y Libertad de Expresión (SCM) y apoyada por Open Society Justice Initiative y Syrian Archive, cuenta con testimonios de supervivientes y busca la apertura de una investigación que "derive en una rendición de cuentas por parte de aquellos que ordenaron y llevaron a cabo los ataques".
"Hemos recopilado pruebas extensas estableciendo exactamente quién es responsable por estos ataques en Duma y Ghuta Oriental, cuyos horribles efectos siguen teniendo un impacto sobre los supervivientes", ha dicho Hadi al Jatib, fundador y director de Syrian Archive.
Así, ha manifestado que "el Gobierno sirio aún no ha aclarado su producción, uso y almacenamiento de armas químicas, lo que significa que aún supone una amenaza para sus propios civiles, así como para la paz y la seguridad internacional". "Debe rendir cuentas", ha valorado.
En este sentido, Mazen Daruish, presidente del SCM, ha resaltado que "es inaceptable que se usen armas químicas contra civiles sin una rendición de cuentas". "Si permitimos esto, no sólo estos ataques se repetirán, sino que expondremos a la Humanidad a riesgos reales", ha argüido.
Daruish ha puntualizado que "hacer que los responsables de estos crímenes en Siria rindan cuentas no sólo dará algo de justicia debida a las víctimas, sino que garantizará una mayor paz y seguridad global", por lo que ha pedido que "los países cooperen para crear un tribunal internacional especial para juzgar estos crímenes".
Por su parte, Steve Kostas, de la Open Society Justice Initiative, ha reclamado que "jueces franceses investiguen conjuntamente los ataques en Ghuta Oriental con la Fiscalía alemana", después de que se presentaran demandas similares en este país por los ataques con sarín en 2013 y 2017 en Ghuta Oriente y Jan Sheijún, respectivamente.
"Al unir recursos y esfuerzos, los países pueden recopilar más fácilmente pruebas firmes contra los oficiales sirios de mayor responsabilidad. Esto permitiría a las autoridades judiciales en distintos países tener casos penales preparados para juzgar a estos oficiales y para que sean detenidos", ha explicado.
El ataque con gas sarín en Ghuta Oriental fue ejecutado en agosto de 2013 y se saldó con la muerte de cientos de civiles, si bien las estimaciones varían. La oposición y la UE acusaron de lo sucedido al Gobierno sirio, que por su parte --junto a Rusia-- apuntó a los rebeldes como responsables del incidente.