BOGOTÁ, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las víctimas de la guerra interna han celebrado el acuerdo alcanzado por el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para verificar la tregua bilateral y la entrega de armas al considerar que es una "garantía" de cumplimiento.
"Es la única garantía de que esto no es una pantomima", ha dicho la presidenta de la Confederación Nacional de Víctimas de las FARC, Sofía Gaviria. "Es un paso absolutamente necesario para cualquier perfeccionamiento de un proceso de paz", ha subrayado.
En la misma línea se ha pronunciado Leiner Palacios, representante de las Víctimas de la Masacre de Bojayá. "Es una muy buena señal de cara a ganar confianza. Es un avance importante para el desescalamiento del conflicto, (...) una luz de esperanza más que manda este proceso de paz", ha valorado, de acuerdo con Caracol Radio.
Sigifredo López, ex diputado que fue secuestrado por las FARC, ha sostenido que "la ONU es el mejor verificador", al tiempo que ha considerado que este acuerdo es una señal de que "efectivamente ya está muy cerca la firma de la terminación del conflicto".
MISIÓN DE VERIFICACIÓN
Las partes han acordado "crear un mecanismo tripartito de monitoreo y verificación del acuerdo sobre el cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo y la dejación de las armas, que genere confianza y dé garantías para su cumplimiento".
El mecanismo estará formado por representantes del Gobierno y de las FARC y tendrá también un "componente internacional" que será "una misión política" integrada por observadores de Naciones Unidas y de países miembro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
En estos tres años de negociaciones de paz el Ejecutivo de Juan Manuel Santos y la guerrilla han alcanzado cuatro acuerdos parciales --desarrollo agrario y rural, participación política, cultivos ilícitos y víctimas-- pero aún quedan por cerrar los referidos al fin del conflicto y a la ratificación y verificación de lo pactado.
Las partes se han puesto como fecha límite para sellar la paz el próximo 23 de marzo, por lo que han decidido acelerar el ritmo de las conversaciones en La Habana. Hasta entonces, todo lo pactado permanecerá en el aire, dado que negocian bajo el principio de que 'nada está acordado hasta que todo esté acordado'.