La Conferencia Episcopal dice que el resultado no concuerda con los datos de sus observadores pero descarta señalar un ganador
Fayulu denuncia "fraude" y llama a sus partidarios a defender la victoria
MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
Félix Tshisekedi, hijo del histórico líder opositor congoleño Etienne Tshisekedi, se convirtió por sorpresa en el presidente electo de República Democrática de Congo (RDC) conforme a los resultados provisionales anunciados por la comisión electoral y que rápidamente han sido cuestionados por uno de sus principales rivales, Martin Fayulu, así como la todopoderosa Conferencia Episcopal congoleña.
Las elecciones del pasado 30 de diciembre, celebradas con dos años de retraso, están llamadas a facilitar la primera transición democrática del poder en el país en sus casi 50 años de historia y de ellas debe salir el sucesor de Joseph Kabila, cuyo mandato expiró en diciembre de 2016 pero ha seguido gobernando ante el aplazamiento por diversos motivos de la elección para designar a su sucesor.
Según el resultado anunciado en la madrugada por la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI), con varios días de retraso en virtud del calendario previsto, Tshisekedi se ha impuesto con el 38,57 por ciento (7.051.013 votos), seguido por el también opositor Martin Fayulu, con el 34,83 por ciento (6.366.732 votos), y del candidato designado por Kabila, Emmanuel Ramazani Shadary, con el 23,84 por ciento (4.357.359 votos). La participación ha sido del 47,56 por ciento.
Inmediatamente después de hacerse oficial la victoria de Tshisekedi, Fayulu se ha apresurado a denunciar que el resultado "no tiene nada que ver con la verdad, es un fraude y no podemos aceptarlo". "Se ha robado la victoria del pueblo y no permitiremos que eso pase", ha advertido, llamando a sus partidarios a un "último combate" para conseguir imponer a los "enemigos de la democracia" el "respeto estricto a la verdad de las urnas". "Levantémonos todos juntos, como un solo hombre, para proteger nuestra victoria", ha conminado.
Lo cierto es que desde la coalición que lidera Fayulu ya se esperaba con suspicacia el anuncio de los resultados provisionales, después de que el martes desde la campaña de Tshisekedi se hiciera saber que había habido contactos con el bloque de Kabila para garantizar una transición pacífica en el país --aunque desde el entorno del presidente se desmintió este extremo--.
¿REPARTO DE PODER CON KABILA?
El temor de la coalición opositora Lamuka es que se haya producido algún tipo de acuerdo con Kabila para un reparto de poder que pasaría por la elección de Tshisekedi como presidente y el control del Parlamento por los partidarios del presidente --los resultados de las parlamentarias aún no se conocen--.
Tampoco ha ayudado a rebajar las sospechas el tono conciliador mostrado en los últimos días por Tshisekedi hacia Kabila y que ha reiterado tras conocer su victoria. "Rindo homenaje al presidente, Joseph Kabila, al que considero un socio político y no un enemigo", ha aseverado ante los congregados en la sede de su partido, la Unión para la Democracia y el Progreso Social (UDPS), prometiendo que será el presidente "de todos los congoleños".
Los expertos coinciden en señalar que para Kabila y su entorno Tshisekedi era un 'sapo' más fácil de tragar que la victoria de Fayulu, habida cuenta de que este cuenta con el respaldo de dos de los principales rivales políticos del mandatario: el exvicepresidente Jean-Pierre Bemba y el exgobernador Moise Katumbi.
Ante la imposibilidad de optar ellos mismos a la Presidencia, Bemba y Katumbi, junto con varios líderes opositores más --entre los que estaba inicialmente Tshisekedi y también Vital Kamerhe--, acordaron la designación de un candidato único para las presidenciales con miras a tener más opciones de ganar al candidato oficialista.
Sin embargo, la elección en noviembre de Fayulu, poco conocido en el país entonces, cuando todo el mundo daba por hecho que sería Tshisekedi el elegido, dividió a la oposición y 24 horas después el líder del UDPS abandonó el acuerdo junto con Kamerhe, quien a continuación optó por apoyar la candidatura del primero.
El sondeo publicado días antes de los comicios por el Grupo de Estudios sobre Congo (GEC) de la Universidad de Nueva York apuntaba a una victoria de Fayulu con el 44 por ciento, seguido por Tshisekedi, con el 23 por ciento y Shadary con el 18 por ciento, de ahí el que en Lamuka se diera casi por garantizada la victoria del empresario.
LOS OBISPOS REFUTAN A LA CENI
La Conferencia Episcopal no ha hecho sino sembrar aún mas dudas sobre la victoria de Tshisekedi. Después de que la semana pasada señalara que ya sabía quién era el ganador pero esperaría a que la CENI lo anunciara, este jueves ha dicho que "toma nota" de lo anunciado "pero los resultados publicados no se corresponden con los datos recabados por nuestra misión de observación electoral".
Pese a ello, el secretario general del organismo, Donatien Nshole, no ha querido desvelar quién sería el ganador. "No es nuestro papel revelar el nombre del ganador de las elecciones presidenciales", ha esgrimido. Tres diplomáticos que han tenido acceso a los hallazgos de la misión de observación de los obispos han indicado a Reuters que sus datos mostraban una victoria de Fayulu.
Entretanto, desde la coalición que sustenta a Kabila y el Gobierno ha habido una reacción bastante contenida. Barnabe Kikaya Bin Karubi, asesor de Kabila, ha reconocido que no están "felices" con la derrota de Shadary. "Pero los congoleños han elegido y la democracia ha triunfado", ha sostenido en declaraciones a Reuters.
En declaraciones posteriores a la prensa en nombre del Frente Común para el Congo (FCC), la coalición que sustenta a Shadary, ha dicho que han tomado constancia del resultado y que una vez tengan todos los elementos decidirán si presentan algún recurso ante el Tribunal Constitucional, que debe aún validar el resultado.
"Ahí donde los enemigos de la paz nacional habían predicho el fracaso, la confusión y el apocalipsis, han sido más bien la serenidad y la calma los que se han observado durante y después de las elecciones en toda la extensión del territorio nacional", ha defendido.
CUATRO MUERTOS EN LAS PROTESTAS
Sin embargo, sí que se han producido algunos incidentes en algunos puntos del país. Al menos cuatro personas habrían muerto en protestas en Kikwit, un bastión de Fayulu, contra la victoria de Tshisekedi, según ha informado su alcalde a Reuters. En Kinsangani, partidarios de Fayulu han saqueado la residencia del secretario ejecutivo de la CENI en la provincia de Tshopo. Mientras en otras partes del país, incluido Kinshasa, se han vivido escenas de júbilo por la victoria del candidato opositor.
Tshisekedi tampoco ha recibido el aluvión de felicitaciones que cabría esperar tras ganar unas elecciones. Francia ha puesto en tela de juicio que sea él el verdadero ganador y Bélgica, antigua potencia colonial, también ha expresado sus "dudas". Desde la UE se ha optado por tomar nota del resultado.
En la misma línea se ha pronunciado la Unión Africana, si bien el presidente de la Comisión, Moussa Faki Mahamat, ha defendido que "es importante que toda contestación de los resultados proclamados, especialmente la relativa a la no conformidad con la verdad de las urnas, se haga pacíficamente", recurriendo a los procedimientos previstos por la legislación congoleña y "el diálogo político entre todas las partes participantes".