KABUL, 23 Ene. (DPA/EP) -
Al menos 162 centros médicos han quedado destruidos o se han visto obligados a suspender su actividad como consecuencia del conflicto en que está sumido Afganistán, según el Ministerio de Sanidad, que estima que más de un millón de personas se han visto afectadas por estos cierres.
Un portavoz ministerial, Nezamuddin Jalil, ha confirmado el balance a DPA, asegurando que Afganistán cuenta con alrededor de 3.500 clínicas y hospitales. Según la Organización Mundial de la Salud, en 2018 el país tenía activas unas 3.100 instalaciones médicas.
Al menos 30 centros han tenido que cerrar sus puertas en cinco distritos de la provincia de Nangarhar por la falta de recursos y medicamentos, según un responsable regional, Suhrab Qaderi, que ha acusado al Gobierno central de no tomar las medidas necesarias.
Con la atención médica en niveles mínimos en algunas áreas, miles de afganos viajan cada año a países vecinos como Pakistán, India e Irán en busca de tratamiento, con el desembolso económico que esto conlleva.