SAN SALVADOR, 27 Jul. (Reuters/EP) -
Los conductores del transporte público en El Salvador han secundado este lunes un paro para reclamar mayores medidas de seguridad con las que hacer frente a los ataques y amenazas de las pandillas violentas, una de las lacras en materia de seguridad del país centroamericano.
Tres conductores y un ayudante han muerto asesinados este lunes, mientras que dos autobuses fueron incendiados durante el fin de semana por supuestos pandilleros. El director de la Policía Nacional Civil, Mauricio Ramírez, ha confirmado los crímenes, que vienen a sumarse al malestar ya generalizado en el sector.
"Quiero darle mi más sincero pésame a los familiares de los conductores que este día han caído prestando sus servicios", ha destacado el presidente la Asociación del Transporte Público, Roberto Soriano, en una entrevista con el canal 19.
Las autoridades salvadoreñas sospechan que las pandillas aumentaron sus actividades delictivas durante el fin de semana para presionar al Gobierno del presidente, Salvador Sánchez Cerén, y que se siente a negociar una salida a la violencia.
En los cinco primeros meses de 2015, El Salvador registro 2,192 homicidios, un 50 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado. La mayoría de estas muertes correspondería a luchas entre las dos principales pandillas: Mara Salvatrucha y Barrio 18.
Desde la ruptura de la tregua en 2014, más de 30 policías y once militares han sido asesinados, algo que ha llevado a las fuerzas de seguridad a exigir mejoras laborales. El ministro de Defensa, David Munguía, ha informado de la detención de siete soldados por participar en una manifestación para reclamar un plus de peligrosidad.