Mujeres desplazadas en Mosul
REUTERS
 
Actualizado: domingo, 4 diciembre 2016 10:52

MADRID, 4 Dic. (EDIZIONES) -

Las mujeres y las niñas de Mosul se han convertido en uno de los colectivos más vulnerables del mundo, ya que después de pasar dos años bajo el yugo del Estado Islámico siendo víctimas de la violencia y la represión yihadista, ahora se tienen que enfrentar a la más absoluta pobreza lejos de su hogar como desplazadas internas en su propio país.

Por ese motivo, ONU Mujeres, una de las agencias de Naciones Unidas, ha puesto en marcha una campaña con la que pretenden dar voz a todas estas mujeres, que tras pasar dos años sufriendo la represión de los milicianos yihadistas, ahora esperan en tiendas de campaña a que el Ejército iraquí recupere Mosul para poder volver a sus casas. Unas casas, que en muchas ocasiones, habrán sido destruidas a causa de los combates.

La ofensiva para recuperar la ciudad comenzó el pasado 17 de octubre. Desde entonces, las tropas iraquíes, que cuentan con el apoyo de una coalición internacional liderada por Estados Unidos, han conseguido rodear prácticamente la ciudad y han tomado el control de varios barrios al este de Mosul.

Sin embargo, a pesar de contar con más de 100.000 efectivos, están encontrando numerosas dificultades para hacer frente a los 5.000 milicianos que se estima que está luchando en el interior de la urbe.

Se estima que alrededor de 76.000 personas han tenido que huir de sus casas a causa de la ofensiva. Todavía quedan cerca de un millón de personas dentro de Mosul, de los cuales más de la mitad son mujeres y niñas, muchas de las cuales tienen a su cargo a una familia entera.

LA FAMILIA MOHAMAD

Vivir bajo el control del Estado Islámico es sinónimo de abusos, represión y violencia. Vivir bajo el control del Estado Islámico siendo mujer es incluso peor, según han narrado las mujeres a ONU Mujeres desde los campos para desplazados internos en las afueras de Mosul.

Desde que en 2014 los milicianos yihadistas se hicieron con el control de la ciudad, vivir como mujer en Mosul implica no poder salir de casa. Estado Islámico ha prohibido terminantemente que las mujeres salgan de casa, confinándolas a una especie de "arresto domiciliario". Tampoco pueden comunicarse de ninguna manera con el mundo exterior: nada de teléfono, televisión o internet.

ONU Mujeres ha querido recoger el testimonio de una de estas mujeres que han conseguido salir de Mosul, con el fin de darle voz tras pasar meses silenciada. "Vengo de una familia pobre. A pesar de que éramos pobres, vivíamos una vida tranquila en Mosul antes de que viniera Estado Islámico", ha contado la hija mayor de la familia Mohamad, formada por 9 personas.

"No pude salir de casa durante más de dos años. No podía utilizar mi móvil o ver la tele. Una vez, a mi marido le pusieron una multa de 500 dólares por encender la tele", ha explicado. Los yihadistas amenazaban a la población con decapitar a todos aquellos que fueran vistos en público utilizando un teléfono.

Por otro lado, las mujeres tenían que estar cubiertas de pies a cabeza en todo momento, dejando sólo sus ojos al descubierto. "Un día, mientras tendía en el tejado de mi casa, unos milicianos de Estado Islámico me vieron llevando mi cara al descubierto. Iba tapada entera, pero mi nariz y mi boca estaban al aire. Llamaron a mi casa y le dijeron a mi marido que saliera a la calle. Le quitaron su documento de identidad. Luego me obligaron a sujetarle la cara con el pie contra el suelo mientras le daban latigazos como castigo", ha asegurado, entre lágrimas.

LA PROFESORA HADEEL

El conflicto contra Estado Islámico no sólo ha supuesto dos años de abusos para las mujeres de la región, sino que ha trastocado los planes de futuro y la educación de cientos de mujeres que se han visto obligadas a dejar de lado su formación para poder sobrevivir.

La profesora Aisha Hadeel es un ejemplo de las consecuencias que ha tenido a nivel educativo la toma por parte de los yihadistas de la ciudad de Mosul. "Yo trabajaba como profesora en la universidad de Mosul ayudando a formar a las jóvenes mentes del futuro, pero cuando llegaron los de Estado Islámico, todo cambió", ha contado.

"Yo enseñaba a mis alumnos a pensar libremente, pero durante la ocupación de Estado Islámico, ni siquiera yo podía expresar mis ideas... no pude dejar mi casa durante dos años", ha añadido.

ONU Mujeres ha denunciado que el conflicto ha acabado con las aspiraciones de muchas niñas y jóvenes que podrían haber participado de forma fundamental en el proceso de paz como las líderes del futuro. De acuerdo con varios de los testimonios citados, Estado Islámico ejecutó a varias parlamentarias regionales en cuanto llegó a Mosul, ya que bajo su estricta versión de la ley islámica resulta inconcebible que una mujer ostente un cargo político.

LLAMAMIENTO DE ONU MUJERES

La agencia de Naciones Unidas ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional con la esperanza de poder dar voz a estas mujeres, supervivientes del horror que supone vivir constantemente con miedo y temor a las represalias de los milicianos.

Según la doctora Paulina Chiwangu, representante de ONU Mujeres en Irak, la mayoría de las niñas que salen de Mosul se encuentran completamente traumatizadas.

"Todas las mujeres y niñas de Mosul han estado confinadas en sus casas durante mas de dos años sin ningún tipo de contacto con el mundo exterior. Han sido despojadas de su dignidad, de sus recursos, de su independencia y de su vida", ha alertado ONU Mujeres.

Por ello, según han defendido, es de vital importancia que las historias de todas estas mujeres que han logrado salir vivas del terror del yihadismo salgan a la luz y sean compartidas con el mundo.

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