Llama a reforzar el apoyo a los países con sistemas sanitarios más frágiles
MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
La organización no gubernamental World Vision ha alertado este jueves de que más de 1,5 millones de personas podrían morir como consecuencia de una segunda oleada de la pandemia del nuevo coronavirus si los gobiernos no hacen todo lo posible.
En un informe publicado este jueves bajo el título 'Réplicas: olas mortales', la ONG ha señalado que más de 1,56 millones de personas podrían morir en todo el mundo por una segunda ola de la pandemia y ha apuntado a que varios millones más podrían perecer por los impactos secundarios en la salud.
"Las niñas y los niños no pueden esperar mucho más. Tenemos que responder donde los niños y las familias son más vulnerables a las réplicas de la COVID-19 y está claro que debemos reforzar el apoyo en los países con sistemas de salud más débiles. Esto es crucial si queremos proteger a todos en todos los lugares. Las fronteras no se pueden cerrar indefinidamente y el virus no distingue entre nacionalidad o nivel de riqueza", ha subrayado el presidente y director ejecutivo de World Vision, Andrew Morley.
El informe deja claro que si el virus continúa expandiéndose en países frágiles, "representará una amenaza perpetua para la salud y la economía tanto para las personas más pobres como para las más ricas del mundo".
El documento señala que, al igual que en los países afectados por enfermedades como el sida o el ébola, muchos más países pobres necesitarán inevitablemente grandes inversiones para abordar las consecuencias sociales y económicas de la pandemia.
El estudio de World Vision pone de manifiesto que el 61 por ciento de las personas encuestadas en seis países donantes quieren que sus gobiernos inviertan en la batalla global contra la COVID-19. La mayoría de los entrevistados por World Vision en Australia, Canadá, Alemania, Japón, Países Bajos, Suiza y Reino Unido piensan que los repetidos brotes en otros países ponen en peligro a sus propias naciones.
"Nuestros informes han resaltado el actual y evidente peligro que representa para los niños y las niñas la COVID-19: violencia, impactos secundarios en la salud, pérdida devastadora de ingresos familiares y otros muchos más. Todos ellos amenazan los derechos de los niños a desarrollar sus capacidades", ha indicado Morley.
LOS CIUDADANOS QUIEREN QUE SE AYUDE A LOS MÁS VULNERABLES
La investigación, según ha destacado, arroja "un mensaje claro": "la gente quiere que los gobiernos miren por encima de sus propios intereses nacionales y se aseguren de que se atiende a los más vulnerables del mundo". "Los que están en el poder deben actuar y pensar como líderes mundiales", ha recalcado.
La ONG ha recomendado a los gobiernos que inviertan en pruebas y rastreos sólidos que sirvan para evitar bloqueos prolongados, que "pueden ser perjudiciales en los países ricos e imposibles en los países más pobres". Además, ha emplazado a los países que estén equipados con los recursos adecuados para garantizar que las vacunas, cuando estén disponibles," se puedan distribuir de manera segura, para todos".
World Vision ha reclamado a los países donantes que financie "por completo" el llamamiento de 10.300 millones de dólares de la ONU para proteger a las personas que se encuentran en contextos frágiles y afectados por conflictos, una petición que solo contaba con un 20,4 por ciento de financiación a fecha del 12 de agosto.
"Los ciudadanos han declarado muy claramente que los gobiernos donantes deben hacer todo lo posible para proteger a los niños más vulnerables del mundo y evitar una segunda ola de crisis en todas partes. No es demasiado tarde para prevenir esto", ha concluido Morley.