Archivo - Un niño camina sobre los escombros de un edificio derruido por los ataques de Israel en el sur de Líbano - UNICEF/UNI561764/ - Archivo
Alerta de que uno de cada cinco menores han tenido que abandonar sus hogares
MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
La ONG World Vision ha cifrado este martes en cerca de 90.000 la cifra de niños y niñas que necesitan asistencia sanitaria psicológica en Líbano ante los problemas de salud mental derivados de la última ola de bombardeos perpetrados por las fuerzas de Israel contra el país vecino, donde han muerto ya más de 2.700 personas durante el último año.
La organización ,que ha alertado de que la seguridad, la salud, la educación y el bienestar de la infancia "están en peligro" en el país a medida que se expande el conflicto, ha advertido de que uno de cada cinco niños, más de 400.000, han tenido que abandonar sus hogares para huir de la amenaza que suponen "la muerte y la destrucción".
"Cada vez más familias, más allá de la región fronteriza, en lo que antes se consideraban zonas más seguras, se ven obligadas a huir de sus hogares para escapar de la escalada de violencia", ha alertado la ONG en un comunicado en el que ha denunciado que además de la amenaza inmediata a su seguridad física, los menores hacen frente a consecuencias psicológicas a largo plazo.
Así, la ONG ha advertido que uno de cada cinco niños que viven en zonas de conflicto en todo el mundo corre el peligro de padecer problemas de salud mental como "consecuencia directa de la pérdida de normalidad, de ser testigo del conflicto, sufrir violencia, carecer de alimentos, no ir a la escuela o verse desplazado a la fuerza".
"Nuestra estimación conservadora es que decenas de miles de niños y niñas necesitan apoyo de salud mental, pero creemos que estas cifras aumentarán a medida que continúe el conflicto. La infancia ya ha pasado por muchas cosas en Líbano (...) y cada una de ellas ejerce un coste mental sobre la resiliencia de los niños y niñas", ha lamentado Heidi Diedrich, directora de World Vision en Líbano.
A esto se suma la rapidez con la que se llenan los refugios y la interrupción del trabajo en las escuelas y otros servicios infantiles a medida que las familias se centran en sobrevivir. "Antes de esta última escalada, docenas de escuelas, que ya habían sido reutilizadas para albergar a unos mil desplazados internos, estaban abarrotadas", lamenta World Vision.
Todo esto lleva a las instituciones educativas a dejar de operar como tal y expone a los menores a un mayor riesgo de explotación, trabajo infantil y abusos, ha denunciado, al tiempo que estima que casi 200.000 personas, el 25 por ciento del total de desplazados, se alojan en poco más de un millar de refugios.
"El aumento de las agresiones pone en peligro la protección, la salud mental, la educación y el bienestar a largo plazo de la infancia. La seguridad de los niños, niñas y de los jóvenes debe seguir siendo la máxima prioridad", ha recalcado Diedrich antes de hacer un llamamiento a todas las partes para que alcancen una "paz inmediata y duradera" en Oriente Próximo.