MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
Cada año más de 1.000 millones de niños sufren algún tipo de violencia en el mundo, ha denunciado la ONG World Vision Internacional, que ha puesto en marcha una campaña una campaña para intentar concienciar sobre este problema, que cuesta al año 7.000 millones de dólares, y acabar con él.
"En este momento, hay niños que sufren abusos físicos, sexuales y psicológicos. Algunos se ven obligados a trabajar, a formar parte de matrimonios o al reclutamiento armado. Cada uno de estos niños está siendo despojado de sus derechos, su dignidad y su potencial", ha lamentado el director de sensibilización y compromiso de World Vision International, Charles Badenoch.
En muchos de los casos, ha destacado la ONG, la violencia "no es tan llamativa o mediática" como lo pueden ser el uso de niños soldados o los menores víctimas del tráfico de personas o del matrimonio infantil, sino que "hoy en día podemos encontrar niños golpeados en las escuelas, abofeteados y humillados en casa, amenazados y agredidos por cuerpos oficiales del Estado".
Además, ha denunciado World Vision, la violencia se ha convertido en "un secreto tácito en cada cultura", ya que "todo el mundo sabe que sucede, pero nadie quiere hablar de ello". Frente a ello, la organización ha defendido que "los niños merecen algo mejor" y requieren "un entorno seguro para poder beneficiarse de todas las oportunidades en educación, servicios de salud, nutrición y medios de vida en los que la comunidad internacional está invirtiendo".
Por todo ello, World Vision ha puesto en marcha la campaña internacional 'Se necesita a todo el mundo para acabar con la violencia infantil' con la que busca concienciar a todos los agentes implicados que este problema, que considera que "no puede ser resuelto por un individuo, grupo u organización si no de forma colaborativa".
LOS PEQUEÑOS ACTOS PUEDEN TRANSFORMAR EL MUNDO
"No es que la gente no se preocupe por este tema", ha afirmado Badenoch, "es sólo que han olvidado que los pequeños actos, cuando se multiplican por millones de personas, pueden transformar el mundo".
Así, la ONG apuesta por ayudar a los padres y cuidadores a proteger a sus hijos ofreciéndoles nuevas habilidades, mejorando las fuentes de ingreso familiar y la seguridad económica, además de buscar la complicidad y la colaboración de los líderes religiosos y comunitarios, debido a su gran influencia.
Pero también es "vital" la acción del Gobierno, ha sostenido World Vision. "No es suficiente aprobar leyes que prohíban el matrimonio infantil, la mutilación genital o las palizas físicas. Los gobiernos deben medir el éxito de su trabajo por el número de condenas, no el número de leyes", ha defendido la ONG.
Asimismo, ha considerado crucial la labor de los profesores quienes, además de educarles, "deben reconocer que su primer deber es mantener a los alumnos a salvo del daño".
Pero, ha remachado World Vision, "por encima de todo, necesitamos que los niños y los jóvenes conozcan y sean conscientes de su derecho a vivir sin violencia, a defenderse unos a otros y apoyarlos en la sociedad cuando lo hacen".