NUEVA DELHI/MOSCÚ 23 Oct. (DPA/EP) -
El presidente de China, Xi Jinping, y el primer ministro de India, Narendra Modi, han mantenido este miércoles una reunión en los márgenes de la cumbre de los BRICS, que se celebra hasta este jueves en la ciudad rusa de Kazán, poniendo así fin a casi cinco años de distanciamiento.
Esta conversación es un paso más en la normalización de relaciones después de que esta misma semana Pekín y Nueva Delhi alcanzaran un acuerdo sobre el patrullaje de la frontera común cuatro años después de los enfrentamientos registrados en la zona en mayo de 2020 y a causa de los que fallecieron más de 20 personas.
Durante el encuentro, el presidente chino ha defendido que ambas partes deben reforzar la comunicación y la cooperación mutua para gestionar de forma más adecuada las diferencias y los desacuerdos. Además, Xi ha abogado por que ambos países faciliten mutuamente sus aspiraciones de desarrollo, según informa la agencia china Xinhua.
Por su parte, el primer ministro Modi ha mostrado su aprobación al acuerdo sobre la frontera común como un paso adelante para resolver las tensiones desatadas en 2020. Además ha subrayado la importancia de que China e India gestionen adecuadamente sus diferencias y no permitir que perturben la paz y la tranquilidad.
El ministro de Asuntos Exteriores de India, Vikram Misri, ha celebrado que los esfuerzos liderados por "diplomáticos y militares" de ambos países para restaurar la normalidad en la frontera son un paso importante y que, considera, allanarán el camino para la normalización de relaciones sino-indias.
Las relaciones entre India y China, dos de los principales motores del continente asiático, está congeladas desde los enfrentamientos de 2020. Aunque Xi y Modi han coincidido en otras reuniones multilaterales, hasta ahora no habían mantenido conversacones formales tras aquel incidente.
Desde que se produjeran los incidentes en la frontera, India ha restringido la concensión de visados a ciudadanos chinos y ha reducido las inversiones chinas alegando que la mejora de los lazos comerciales estaba vinculada a la resolución del conflicto.
India y China libraron de junio a noviembre de 1962 una breve guerra fronteriza y se disputan tramos a lo largo de su frontera, de unos 3.400 kilómetros de extensión pero mal definida y dividida en hasta tres partes. Se estima que el conflicto dejó algo más de 700 muertos en el bando chino y más de 3.100 por parte de India.