MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de China, Xi Jinping, ha recalcado este jueves que Pekín no permitirá "guerra o caos" en la península de Corea, en medio del incremento de las tensiones en la zona en los últimos meses.
En este sentido, ha reiterado el compromiso de Pekín con la desnuclearización de la península y con el respeto de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en este sentido.
Xi ha pedido además a las partes implicadas que "ejerzan la contención, eviten las provocaciones y lleven el problema nuclear a la vía del diálogo y las negociaciones lo antes posible", según ha informado la agencia china de noticias Xinhua.
"Como vecino cercano de la península, no permitiremos una guerra o caos. Esa situación no beneficiaría a nadie", ha sostenido, en el marco de la Conferencia sobre Interacción y Construcción de Medidas de Confianza en Asia, tal y como ha recogido la agencia británica de noticias Reuters.
Corea del Norte llevó a cabo una nueva prueba nuclear el 6 de enero, tras lo que en febrero puso en órbita un satélite de observación terrestre con tecnología de misiles balísticos, lo que desencadenó una nueva ronda de sanciones contra el país.
Asimismo, disparó el sábado un misil balístico subacuático, ejercicio que fue definido por Pyongyang como un "gran éxito". El lanzamiento estuvo supervisado por el propio líder del país, Kim Jong Un.
Corea del Norte justifica su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos.
Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque solamente firmaron un armisticio para cesar indefinidamente las hostilidades después de enfrentarse entre 1950 y 1953.
SITUACIÓN EN EL MAR DE CHINA MERIDIONAL
Por otra parte, Xi ha manifestado que Pekín protegerá la paz y la estabilidad en el Mar de China Meridional, reiterando que el gigante asiático mantendrá al mismo tiempo su soberanía y sus derechos en la zona.
China reclama la soberanía de la mayor parte del Mar de China Meridional y ha aumentado significativamente la extensión de un grupo de islotes que solo afloran con baja mar con la intención de apoderarse de las aguas que los rodean y los recursos naturales que albergan.
Brunei, Malasia, Filipinas, Taiwán y Vietnam tienen reivindicaciones en esas aguas, en las que se cree que hay grandes reservas de petróleo y de gas y por las que cada año pasa cinco billones de dólares en transporte naval.