CIUDAD DE GUATEMALA, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las labores de rescate en la zona de El Cambray II, en el sur de Guatemala, afectada por un desprendimiento de tierra, han permitido la recuperación de varios cadáveres más con lo que se eleva a 33 el número de víctimas mortales de la tragedia. Se estima que aún hay 450 desaparecidos.
Entre los últimos cuerpos rescatados está el de un niño de un año y el de otro de unos diez, informa el periódico 'Prensa Libre' en su edición digital. Este sábado también ha sido rescatado un bombero voluntario que quedó atrapado durante la noche.
El bombero, identificado como Noé Arévalo, trabajaba en la vivienda donde se habían localizado los últimos cadáveres pero tras recuperar tres de ellos se derrumbó un montículo de tierra y quedó sepultado, ha explicado un portavoz de Bomberos, David Cajas.
Mientras, los familiares de los desaparecidos hacen cola en un depósito de cadáveres provisional instalado en el lugar del accidente para intentar identificar a los fallecidos. Otras familias siguen buscando entre los escombros.
Está previsto que en la tarde del sábado se produzcan lluvias, lo que paralizaría las labores de rescate, según ha explicado el director del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología, Eddy Sánchez.
Esta mañana trabajaban en el lugar 1.250 socorristas y voluntarios distribuidos en cuadrillas para intentar encontrar a supervivientes. En ellas participan bomberos, policías, delegados de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, del Ministerio Público, entre otras entidades. En cuanto a daños materiales, las cifras oficiales apuntan a 125 casas destruidas.