MOSCÚ 21 Feb. (Reuters/EP) -
El expresidente ucraniano Viktor Yanukovich ha reaparecido este sábado en una televisión rusa para afirmar que, si tiene ocasión, regresará a su país, del que salió precipitadamente en medio de la revuelta proeuropea conocida como Maidan.
"Dios me ha dejado vivir, así que parece que soy necesario para algo (...). En cuanto tenga oportunidadd de regresar, regresaré y haré todo lo que pueda para hacer mejor la vida en Ucrania. Hoy el principal objetivo es parar la guerra", ha afirmado Yanukovich en una entrevista al Ruso Primero con la que rompe un largo silencio.
Coincidiendo con el aniversario, unos 20.000 activistas afines al Kremlin han participado en una concentración en Moscú denunciar el "golpe de Estado" contra Yanukovich y expresar su apoyo a los separatistas de Donetsk y Lugansk. Estas concentraciones se han reproducido en otras ciudades rusas y también en Crimea.
Las protestas se desencadenaron tras la negativa de Yanukovich a firmar un acuerdo de asociación política y económica entre Ucrania y la UE. El 21 de febrero, presidente y oposición alcanzan un principio de acuerdo para poner fin a la violencia. Este pacto, respaldado por Alemania y Polonia, proponía la formación de un Gobierno de unidad y una investigación completa de la violencia que comenzó en noviembre de 2013 y culminó en tres días violentísimos que costaron la vida a 77 civiles y 18 agentes de Policía.
Las buenas expectativas de consenso solo duraron horas. Yanukovich nunca llegó a ratificar el acuerdo al día siguiente, como estaba previsto. Existen dos conjeturas: o bien Yanukovich renuncia a firmar 'motu proprio', o bien Moscú, que previamente había expresado su desacuerdo con el pacto, dio orden a Yanukovuch de rechazar los términos finales del mismo.
En cualquier caso, ambas hipótesis tienen el mismo efecto: con una oposición completamente harta y sin el respaldo de la comunidad internacional Yanukovich perdió absolutamente cualquier tipo de influencia. La única opción consistía en huir, lo que hizo ese mismo 21 de febrero a través de Jarkov, la segunda ciudad más importante del país, y bastión prorruso, lejos del ambiente proeuropeo de la capital.
Desde Jarkov intentó viajar a Donetsk, en esos momentos bajo control de las autoridades ucranianas, que le negaron el permiso para aterrizar.
El todavía presidente ucraniano eligió finalmente Crimea como nuevo destino, un mes antes de que acabara anexionada por Rusia. El 25 de febrero Yanukovich y varios altos cargos más llegaron a Moscú, donde se alojaron en la undécima planta del lujoso Hotel Ucrania.
Hoy, Crimea es parte de Rusia y Lugansk y Donetsk son repúblicas separatistas. En su huída, Yanukovich se convirtió en un visitante de excepción de los principales escenarios de un conflicto armado que ha marcado los derroteros de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos y sus aliados.