"Me siento como un prisionero, no en una jaula, en todo Londres", se lamentaba en 2010
MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ciudadano británico-kuwaití Mohammed Emwazi, que ha saltado este jueves a los medios con el sobrenombre de 'John, el yihadista', habría sufrido acoso por parte de los servicios secretos británicos, según ha denunciado CAGE, una ONG británica que se centra en las consecuencias de la guerra contra el terror que lanzó Estados Unidos tras el 11S.
La organización explica cómo Emwazi se puso en contacto con ellos en 2009 tras vivir una espiral de persecución que empezó cuando el ahora terrorista se disponía a disfrutar de un viaje de placer en Tanzania junto a dos amigos.
En aquel verano, 'el yihadista John', entonces de 21 años, había acabado sus estudios universitarios en Londres y planeaba cerrar dicha etapa con una aventura de safari antes de contraer matrimonio con su prometida.
No obstante, nunca llegaría a ver un elefante. A su llegada al aeropuerto de Dar es Salam, los jóvenes fueron detenidos, introducidos en unos vehículos y trasladados a un centro de interrogación donde Emwazi pronto se dio cuenta de que era el motivo de la detención.
Tras más de 24 horas detenido, y sin recibir agua ni comida, los agentes notificaron a los tres amigos la imposibilidad de entrar en el país, por lo que embarcarían en un vuelo a Ámsterdam. Al ser preguntados, los agentes afirmaron que no se trataba de un problema con las autoridades tanzanas, sugiriendo que "podrían ser los británicos".
PESADILLA EN ÁMSTERDAM
En el transitado aeropuerto de Schipol, Emwazi fue sometido a un exhaustivo interrogatorio por parte de dos agentes que se identificaron como miembros de la Inteligencia holandesa y el MI5, los servicios secretos británicos, quienes sugirieron que la intención del joven londinense era viajar a Somalia, que vivía una cruenta guerra civil en aquel momento. "Quiero que pienses sobre lo que queremos que nos digas", espetó el agente británico.
Ante las negativas del 'yihadista John', que explicó sus planes vacacionales y defendió tener solo un billete de ida y vuelta a Tanzania, CAGE denuncia que los agentes comenzaron a detallar datos sobre su vida familiar y el interrogatorio se tornó violento. "No intentes jugar conmigo ni me mientas en la cara (...) no trates de engañarme: ¡Querías ir a Somalia!", vociferó el agente del MI5, según el informe de CAGE.
El joven, sobrepasado por la situación de ser acusado de ser terrorista, se opuso a las intransigentes cuestiones, a lo que el agente británico respondió con una amenaza premonitoria: "Vas a tener muchos problemas, vas a ser conocido, vas a ser seguido, se te va a complicar la vida".
Recién llegado a Dover, Reino Unido, Emwazi fue sometido a un segundo interrogatorio por las Unidades Antiterroristas que le preguntaron su opinión sobre los atentados terroristas de Londres y Nueva York, y le informaron de que agentes secretos habían contactado con su prometida y su familia en la capital británica.
ESTANCIA EN KUWAIT Y RETENCIÓN EN REINO UNIDO
La vida de Emwazi cambiaría para siempre. En Reino Unido nunca se le acusaría formalmente, pero --como cuenta la ONG-- sus planes matrimoniales se arruinaron y las visitas de miembros de Inteligencia a su familia se sucedieron. Ante esta situación, el joven decidió emigrar a su país natal, Kuwait, donde le acogió su familia paterna.
'El yihadista John' se adaptó a su nueva vida en el país del Golfo: consiguió un contrato de trabajo con una importante compañía de informática e incluso estableció relaciones de amistad. Tras ocho meses en Kuwait, decidió volver a Reino Unido para visitar una semana a su familia. Según CAGE, los padres de Emwazi le contaron que habían recibido recurrentes visitas de miembros del MI5.
Dos meses después, en julio de 2010, Emwazi regresó a Londres para informar a sus padres de su intención de contraer matrimonio con una mujer kuwaití y celebrar la noticia. Esos planes se terminarían desbaratando, ya que se le prohibiría viajar a Kuwait.
En el aeropuerto de Heathrow, cuando se disponía a embarcar se le comunicó que no podía hacer el 'check in' y fue trasladado a una oficina donde se le realizó otro agresivo interrogatorio durante seis horas sobre sus intenciones de establecerse en Kuwait.
La ONG denuncia que --según la versión de Emwazi-- uno de los agentes ejerció violencia sobre él y, aparte de ser bombardeado con una batería de preguntas personales, le tomaron las huellas dactilares, le extrajeron una muestra de ADN y le hicieron unas diez fotografías.
"Me siento como un prisionero, no en una jaula, en todo Londres", denunciaba 'yihadista John' a la organización. "Nunca podré volver a Kuwait, seré rechazado", se lamentaba en 2010.
A principios de 2012, Emwazi se reunió con CAGE, a quienes expresó su desesperación por la situación, ya que el ahora terrorista solo pretendía restablecer su vida normal en Kuwait, donde tenía una novia y una buena posición laboral.
La organización perdería su pista en 2012, no obstante, defiende que durante un periodo de casi dos años, Emwazi trató de esclarecer su situación por medios legales y respetables, así como de limpiar su nombre.
DESAPARECIDO
Según informa la familia, la desesperación del joven por regresar a Kuwait y restablecer su vida le llevó a cambiarse de nombre, algo que le sugirió su padre. Pasaría a llamarse Mohammed al Ayan, un nombre que, sin embargo, no le permitió la entrada en el país del Golfo, que le llegó a denegar la entrada en tres ocasiones.
La última noticia que tienen sus padres es de principio de 2013, cuando el 'yihadista John' abandonó el hogar familiar y sus padres, alertados por su ausencia prolongada, denunciaron su desaparición. Meses después recibieron la visita de la Policía, que les informó de que su hijo habría entrado en Siria.