BANGKOK 7 Dic. (Reuters/EP) -
La primera ministra tailandesa, Yingluck Shinawatra, ha anunciado este sábado que el Gobierno cooperará con la investigación internacional anunciada para esclarecer la implicación de las autoridades en el tráfico de seres humanos, aunque no se ha querido referir expresamente a los musulmanes rohingyas, supuestamente entregados a mafias del tráfico de personas.
El escándalo estalló tras la publicación el jueves de un reportaje de la agencia de noticias Reuters en el que se asegura que las propias instituciones de inmigración tailandesas trasladaron a refugiados rohingyas hasta aguas de Birmania donde eran entregados a redes de tráfico de personas. Tanto la ONU como Estados Unidos han pedido una investigación al respecto.
"No puedo comentar nada sobre el tema de los rohingyas. El Minsiterio de Asuntos Exteriores es el encargado de estas cuestiones", ha afirmado Shinawatra en declaraciones a Reuters. "El Ministerio se coordinará con Estados Unidos y la ONU para ayudar en cualquier investigación que necesiten", ha añadido.
Una vez en poder de las mafias, los rohingyas, habrían sido transportados por el sur de Tailandia y retenidos en campamentos ocultos cerca de la frontera con Malasia hasta que sus familias pagaban un rescate a cambio de su liberación, según la información de Reuters, que señala que algunos han sido golpeados y que varios han fallecido.
Nueve personas han sido detenidas en Tailandia por el tráfico de rohingyas en lo que va de año, incluidos dos cargos públicos, según datos de la Policía. Sin embargo, ninguna de ellas ha sido imputada.
Toda esta polémica surge apenas unos meses después de los graves enfrentamientos entre los rohingyas y la población budista del estado birmano de Rajine. Como consecuencia, unas 140.000 personas se han quedado sin hogar, la mayoría rohingyas, y decenas de miles han huido de Birmania en embarcaciones.