El jefe de la Policía no fue notificado de la tragedia hasta el día siguiente
MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, y la primera dama, Kim Keon Hee, han asistido este viernes a una ceremonia budista en recuerdo de las víctimas de la estampida que tuvo lugar durante una fiesta de Halloween en el distrito de Itaewon, en Seúl, y que se saldó con 156 muertos.
La ceremonia ha tenido lugar en el templo Jogye, en la capital de Corea del Sur, y ha contado con la presencia de cientos de líderes budistas y seguidores, además de familiares y allegados de las víctimas.
El presidente ha depositado un ramo de crisantemos en un altar y ha lamentado lo sucedido. "Como presidente, soy responsable del bienestar y la seguridad de la población, y me siento terriblemente mal", ha aseverado, según informaciones de la agencia de noticias Yonhap.
"Soy consiente, tal y como la pena y el dolor ahondan en todos, de que tanto yo como el Gobierno tenemos la responsabilidad de abordar esto para prevenir tragedias similares de cara al futuro", ha sostenido antes de prometer que "no volverá a suceder algo así".
En este sentido, ha afirmado que las autoridades "respaldarán a las familias de las víctimas y a los heridos, a los que prestará especial atención".
Sus palabras llegan poco después de que el jefe de la Policía, Yoon Hee Keun, advirtiera de que no fue informado de la estampida ocurrida el pasado sábado por la noche hasta que se despertó por la mañana.
Así, ha explicado que se encontraba de visita en la ciudad de Jecheon cuando se produjo la tragedia y que se acostó sobre las 23.00 (hora local) sin haber recibido ningún informe sobre el incidente.
Sin embargo, 45 minutos antes ya se habían registrado muertos a causa de la estampida, pero no fue notificado al respecto. El primer mensaje sobre la estampida le fue enviado a las 23.32 (hora local) pero no lo leyó hasta el día siguiente.
Por su parte, el presidente del país recibió su primer informe sobre el accidente sobre las 23.00, si bien el ministro del Interior, Lee Sang Min, que supervisa las labores de la Policía, no estuvo al tanto de lo sucedido hasta las pasados veinte minutos desde que Yoon fue alertado.