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Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania - -/Ukrainian President's Office v / DPA
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha firmado este lunes un documento con el que solicita formalmente la adhesión del país a la Unión Europea, inicio de un proceso que Kiev ha pedido acelerar como respuesta a la invasión rusa.
Horas después de que Zelenski reclamase a la UE una adhesión "inmediata" mediante un procedimiento "especial", ha estampado su rúbrica en una histórica carta, durante un acto en el que también han estado presentes el presidente del Parlamento y el primer ministro, Denis Shmihal.
Este último ha señalado que, después de años en los que los ucranianos han demostrado que son "parte integral" de la comunidad europea, "es hora de ponerlo sobre un papel", según recoge la agencia de noticias UNIAN. Shmihal ha apelado también al procedimiento "especial" al que aludía Zelenski, complicado de llevar a la práctica.
La recepción de una petición formal activaría los procesos que establecen los Tratados europeos para examinar una candidatura, un proceso abierto, según el artículo 49 del Tratado de la UE, a todo país europeo que respete los valores fundamentales de la UE y se comprometa a promoverlos.
La petición debe dirigirse al Consejo quien, por unanimidad, debe dar el paso de solicitar a la Comisión Europea un dictamen sobre la candidatura antes de que la decisión definitiva vuelva al seno de los Veintisiete.
En todo caso, fuentes europeas consultadas por Europa Press apuntan la disposición de evaluar una eventual petición de Ucrania "muy rápidamente" en el Consejo para decidir si corresponde pedir al Ejecutivo comunitario una "opinión urgente" sobre el caso concreto.
Según las reglas de la UE, una vez que una petición de adhesión llega al Consejo de la UE, la presidencia de turno, en este caso Francia, debería informar al resto de socios y notificar la demanda también al Parlamento Europeo y a los parlamentos nacionales. A continuación, los ministros de Asuntos Exteriores serían los encargados de evaluar el caso y decidir si pedir el dictamen de Bruselas.
En el caso de la opinión de la Comisión, es una fase que requiere habitualmente de un plazo de entre quince y dieciocho meses, pero fuentes europeas apuntan que no se trata de un plazo cerrado y puede alargarse o ser "significativamente más corto" atendiendo a consideraciones "políticas".