PRAGA, 26 Mar. (Reuters/EP) -
El presidente de República Checa, Milos Zeman, ha ordenado este lunes a los servicios de Inteligencia que investiguen si el agente químico utilizado para envenenar al exespía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia se produjo en República Checa, tal y como alega Rusia, que niega cualquier implicación en este polémico caso.
Los investigadores británicos han determinado que Skripal y su hija fueron envenenados con el gas nervioso Novichok, un agente de desarrollo militar que no se usaba desde la era soviética. Rusia asegura que destruyó todas sus reservas y no ha vuelto a fabricar más y ha señalado a otros países, entre ellos República Checa, como posible origen.
Zeman se ha reunido este lunes con el jefe de los Servicios de Inteligencia, el BIS, y le ha encargado "averiguar si el gas Novichok fue desarrollado o almacenado en el territorio de República Checa y, en ese caso, si estaba en instalaciones industriales o científicas", de acuerdo con un comunicado de la Presidencia checa.
La oficina de Zeman ha aclarado posteriormente vía Twitter que, en contra de lo que habían interpretado algunos medios de comunicación, esta orden no implica que Praga se alinee con Moscú. "El encargo al BIS es una reacción a las repetidas acusaciones de Rusia contra República Checa", ha indicado.
Este malentendido se debe a que Zeman ha adoptado posiciones prorrusas en el pasado. Según la Constitución checa, el Gobierno es el encargado de dirigir la política exterior del país, pero el presidente retiene ciertos poderes, como encargar investigaciones al BIS.
Por su parte, el primer ministro checo, Andrej Babis, se ha posicionado claramente en contra de Rusia al anunciar la expulsión de tres diplomáticos rusos en represalia por el ataque contra los Skripal. República Checa es uno de los catorce países de la UE, además de Estados Unidos, Canadá, Ucrania, Noruega y Albania que han adoptado dicha medida.
Interrogado sobre el paso dado por Babis, la portavoz presidencial ha defendido este gesto de solidaridad con Reino Unido y ha subrayado que "los rusos han superado todos los límites al decir que el Novichok podría proceder de República Checa, lo cual es totalmente falso".
El Gobierno de Theresa May ya expulsó a 23 diplomáticos rusos y había pedido a sus aliados internacionales que hicieran lo mismo en apoyo de Reino Unido. Rusia, que actuó en reciprocidad, ha avanzado que también dará una "respuesta simétrica" a las expulsiones dictadas en otros países.