MADRID, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Zimbabue ha aprobado un proyecto de ley que contempla criminalizar la "cooperación" entre ciudadanos y "gobiernos hostiles", así como la participación en campañas que apoyen el mantenimiento de las sanciones contra el país o la imposición de nuevas medidas punitivas.
La ministra de Información, Monica Mutsvangwa, ha recalcado que "las enmiendas criminalizarán la conducta de ciudadanos o grupos que, en beneficio propio, cooperen o estén en connivencia con gobiernos extranjeros hostiles para causar sufrimiento a los ciudadanos zimbabuenses y causar daños a los intereses nacionales".
"Hay individuos y grupos que se involucran en asuntos de relaciones internacionales sin verificar los hechos o contactar con las autoridades nacionales", ha criticado, antes de recalcar que "desinformar voluntariamente a gobiernos extranjeros provocará que estas personas o grupos puedan ser acusadas".
Asimismo, ha detallado que otras acciones punibles incluyen "planificar protestas diseñadas deliberadamente para coincidir con eventos o visitas internacionales" y "la presentación de denuncias no corroboradas sobre torturas y secuestros, destinadas a dañar la imagen del Gobierno", según ha informado el diario zimbabuense 'The Herald'.
Mutsvangwa ha hecho hincapié en que "la ley actual no criminaliza las comunicaciones no autorizadas o las negociaciones entre ciudadanos y gobiernos extranjeros" y ha añadido que "estas comunicaciones o negociaciones tienen implicaciones directas o indirectas para las relaciones internacionales y la política de Zimbabue".
Por su parte, el fiscal general zimbabuense, Prince Machaya, ha destacado que la propuesta de ley se ajusta a la Constitución y el Derecho Internacional. "Los criterios sobre cómo determinar a un Gobierno hostil y otros asuntos estarán incluidos en la legislación", ha dicho, antes de asegurar que "otro requisito es que la intención sea infligir sufrimiento a la población y daños a los intereses extranjeros del país".
El Ejecutivo zimbabuense aprobó a principios de agosto un proyecto de ley que permitiría aplicar medidas contra los partidos políticos que realicen "campaña contra el país", apenas unos días después de que el presidente, Emmerson Mnangagwa, prometiera "purgar" a los opositores, a los que tildó de "manzanas podridas".
"Superaremos los intentos de desestabilización de nuestra sociedad por parte de zimbabuenses deshonestos que actúan en coordinación con detractores extranjeros", dijo el presidente, que cargó contra las "fuerzas oscuras de dentro y fuera de las fronteras" y resaltó que son las que han provocado "un retraso en el crecimiento y la prosperidad".
Naciones Unidas denunció a finales de julio que las autoridades de Zimbabue podrían estar empleando la epidemia de coronavirus como un "pretexto para reprimir la libertad de expresión y las libertades de reunión y asociación pacíficas" en el país.