MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Zimbabue ha criticado este jueves la decisión de Estados Unidos de prorrogar un año más lo que Harare ha descrito como "sanciones ilegales" contra el país africano, vigentes desde 2003.
El ministro de Información zimbabuense, Nick Mangwana, ha resaltado en un comunicado que "una vez más, el Gobierno de Estados Unidos ha decidido caracterizar extrañamente a Zimbabue como un país que 'supone una amenaza extraordinaria a la política exterior de Estados Unidos".
"Consideramos que se trata de una postura desconcertante. Todo lo que pide el Gobierno de Zimbabue es que se le permita espacio para ser un miembro total de la comunidad de naciones que pueda hacer transacciones sin restricciones, como el resto", ha sostenido.
Así, ha subrayado que el Gobierno zimbabuense "no busca interferir en la política exterior o los intereses de ningún país y" y ha agregado que Harare "no tiene un historial de hacer esto".
Mangwana ha apuntado además que "el Gobierno de Zimbabue protesta firmemente por la afirmación infundada de que las fuerzas de seguridad hayan participado en ejecuciones extrajudiciales y violaciones de sus propios ciudadanos durante el último año",
"Cualquier acto criminal por parte de cualquiera será sometido a los procesos judiciales del país", ha asegurado, antes de reiterar que el país "se ha embarcado en un camino de reforma porque va en el interés de la nación hacerlo".
"Pedimos a las naciones que desean el bien a nuestro país y nuestro pueblo que se sumen a nosotros y sean pacientes con nosotros mientras seguimos llevando a cabo estas reformas para satisfacer las aspiraciones de nuestro pueblo", ha remachado.
El comunicado ha sido publicado un día después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, notificara al Congreso sobre la prórroga de un año de la emergencia nacional declarada en 2003 respecto a "las acciones y políticas de ciertos miembros del Gobierno de Zimbabue y otras personas para socavar los procesos o instituciones" en el país africano.
En el mismo, defendió que tras la dimisión del expresidente Robert Mugabe en noviembre de 2017, las elecciones de julio de 2018 y la muerte de Mugabe en septiembre de 2019, el país africano tuvo "una amplia oportunidad" para aplicar reformas.
"Desafortunadamente, el Gobierno de Emmerson Mnangagwa no ha mostrado aún una voluntad política creíble para aplicar estas reformas. Por contra, el Gobierno ha acelerado su persecución a los críticos y la mala gestión económica en el último año, durante el cual las fuerzas de seguridad han cometido ejecuciones extrajudiciales, asesinatos y supuestos secuestros de disidentes".
Alrededor de 7,7 millones de personas, cerca de la mitad de la población del país y la cifra más alta durante la última década, se encuentra en situación de inseguridad alimentaria, según datos del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
La hiperinflación que sacude a Zimbabue llevó al Banco Central a introducir en noviembre nuevos billetes y monedas de dólar zimbabuense, en un intento para recuperar la divisa local y superar la crisis económica en la que se encuentra sumido el país.
Expertos de Naciones Unidas alertaron a principios de abril de 2019 de que las políticas del Gobierno de Mnangagwa están contribuyendo a empeorar la crisis económica en el país, lo cual está afectando especialmente a los más desfavorecidos.