MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Zimbabue ha anunciado este martes su decisión de declarar el 25 de octubre como festivo nacional para protestar contra las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea (UE) contra el país.
El ministro de Información en funciones, Amon Murwira, ha dicho que la decisión tiene como objetivo permitir a la población participar en un día de solidaridad convocado por la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) contra las sanciones que pesan contra Harare.
"Está previsto que los participantes se concentren en la plaza Robert Mugabe a las 6.00 horas, desde donde irán al Estado Nacional de Deportes a las 8.00 horas", ha indicado, según ha informado el diario local 'The Herald'.
Asimismo, ha manifestado que entre los eventos programados habrá un partido de fútbol, una lectura de mensajes de solidaridad contra las sanciones y la presentación de un informe sobre el impacto de estas sanciones sobre la población.
"Está previsto que tengan lugar actividades similares en varios centros de distrito y provincia de todo el país", ha resaltado, antes de pedir a la población que "participe activamente para el éxito de esta grande y noble iniciativa".
El presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, reclamó en septiembre ante la Asamblea General de Naciones Unidas la retirada de las sanciones "ilegales" que pesan contra Harare y subrayó que el país "merece un nuevo comienzo".
"Estas sanciones constituyen una negación de los Derechos Humanos del pueblo de Zimbabue para desarrollar y mejorar su calidad de vida", denunció. "Es más, las sanciones están ralentizando nuestro progreso al inhibir nuestra recuperación económica y castigando a los más pobres y a los más vulnerables", agregó.
Así, apuntó que "los que impusieron estas sanciones ilegales deben escuchar este llamamiento y retirarlas". "La cooperación es un juego de beneficios para todas las partes. Las sanciones son un juego en el que todos pierden", zanjó.
Mnangagwa es parte de las decenas de funcionarios de Zimbabue sobre los que pesan sanciones estadounidenses por presuntas violaciones de los Derechos Humanos. El presidente sostiene que son causantes del desplome de la economía del país.
La esperanza de una rápida recuperación económica tras la llegada de Mnangagwa al poder después de que Mugabe fuera depuesto por el Ejército en noviembre de 2017 pronto se desvaneció y los zimbabuenses se han enfrentado desde entonces a falta de combustible y electricidad y a precios al alza.
Los detractores de Mnangagwa le acusan de falta de compromiso con las reformas políticas y de usar las tácticas de mano dura de su antecesor para ahogar la disidencia.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo en septiembre que Zimbabue tiene que intensificar sus esfuerzos de reforma y mejorar de forma significativa la transparencia para impulsar el crecimiento económico.
Zimbabue ha suspendido la publicación de los datos anuales de inflación desde el pasado 1 de agosto. Las últimas cifras oficiales señalan que en junio la inflación fue del 175 por ciento, su nivel más alto desde la hiperinflación vivida con Mugabe en 2009.