Tilda a los opositores de "traidores" por intentar cerrar las fronteras para luchar contra la COVID-19
MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
El ministro de Seguridad de Zimbabue, Owen Ncube, ha asegurado este lunes que elementos "díscolos" del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC) --el principal partido opositor-- y miembros del G40 "han conspirado con naciones occidentales hostiles para introducir armas de contrabando en el país y han creado los llamados Comités de Resistencia Democrática" con la intención de "destruir los cimientos democráticos".
Durante una rueda de prensa, Ncube ha asegurado que "la seguridad y la estabilidad" del país africano "están bajo ataque por amenazas fomentadas por agentes internos y externos", con el objetivo de "efectuar un cambio inconstitucional de gobierno".
"Estamos viendo intentos de llevar a Zimbabue al caos", ha explicado, según las declaraciones recogidas por 'The Herald', todo dentro de lo que ha denominado como "'Operación Faro', obra de una potencia occidental", que pretende "hacer el país ingobernable y justificar la intervención extranjera".
También ha asegurado que tomarán acciones "concretas" para acabar con estas amenazas, entre las que ha denunciado "las noticias falsas sobre el faccionalismo en el partido gobernante" por parte de la oposición.
DEBER DE LAS AUTORIDADES DE PROTEGER LA LEY
Respecto al intento de la oposición de la semana pasada de cerrar las fronteras del país africano, con el pretexto de aislarse para luchar contra la expansión del coronavirus, Ncube ha asegurado que "ningún país ni nadie en su sano juicio toleraría elementos que se movilicen abiertamente para cerrar las fronteras de su país".
"En cualquier país serían tratados como traidores", por lo que "los agentes de seguridad del Gobierno tienen el deber de tomar las medidas adecuadas para proteger la ley y la integridad del comercio a través de nuestras fronteras", ha advertido.
Por último, Ncube ha rechazado los llamados a conversaciones entre su partido y la oposición y ha recordado que la única plataforma para conversaciones es el Diálogo de Actores Políticos (POLAD), por lo que cualquiera que quiera "contribuir al desarrollo tiene la puerta abierta a unirse a esta plataforma".
El Gobierno aprobó a principios de agosto un proyecto de ley que permitiría aplicar medidas contra los partidos políticos que realicen "campaña contra el país", apenas unos días después de que el presidente, Emmerson Mnangagwa, prometiera "purgar" a los opositores, a los que tildó de "manzanas podridas".
Naciones Unidas afirmó a finales de julio que las autoridades de Zimbabue podrían estar empleando la epidemia de coronavirus como un "pretexto para reprimir la libertad de expresión y las libertades de reunión y asociación pacíficas" en el país.
EL MDC RECHAZA LAS ACUSACIONES
En respuesta, el MDC ha resaltado a través de su cuenta en la red social Twitter que la formación "ha dicho de forma consistente que la lucha por la democracia y un Zimbabue mejor se lleva a cabo a través de métodos constitucionales y no violentos".
"No estamos entrenando fuerzas en ningún lugar. Como ha dicho el presidente (del partido) Nelson Chamisa, usaremos nuestras manos abiertas como símbolo. Venimos en son de paz", ha señalado el partido opositor.
Asimismo, ha argüido que "la sugerencia de que el MDC está patrocinado por Occidente es risible". "Estamos patrocinados por una amplia base de zimbabuense en el país y en el extranjero, de los que obtenemos nuestro mandato popular", ha defendido.
"El poder político deriva de la gente. Se pueden manipular las elecciones, pero no se puede manipular el apoyo popular", ha manifestado. El MDC rechazó la victoria de Mnangagwa en las últimas elecciones y Chamisa se declaró presidente legítimo.
El MDC ha recordado que la Constitución zimbabuense "da a los ciudadanos el derecho a manifestarse pacíficamente". "Seguiremos encabezando y liderando un frente amplio de ciudadanos a la hora de ejercer este derecho y pedir un Zimbabue mejor, libre de pobreza, injusticia y corrupción", ha añadido.
Por último, ha insistido en que el partido "nunca se unirá al POLAD". "Ninguna cantidad de fuerza de coerción nos empujará a hacerlo. Sin un diálogo sincero supervisado por un mediador internacional y de confianza para crear una 'hoja de ruta' para reformas sistemáticas a nivel político, institucional y económico, la crisis de gobernanza continuará", ha remachado.