SANTA CRUZ DE TENERIFE 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Ashotel, Jorge Marichal, ha denunciado la "pésima" imagen que está ofreciendo el Aeropuerto Tenerife Sur como consecuencia de las colas para coger un taxi y ha propuesto que no haya restricciones a las licencias de taxi en esta infraestructura y que vehículos que no sean del municipio de Granadilla de Abona puedan cubrir también el servicio de salida.
En un artículo de opinión, Jorge Marichal ha indicado que la historia del Aeropuerto Tenerife Sur "empieza a ser bastante cansina" porque "cuando parece que se encamina el proyecto de una nueva terminal, nos enfrentamos a varios déficits de organización, desde el control de pasaportes para extracomunitarios, en especial para los procedentes de Reino Unido, nuestro principal mercado emisor, hasta las largas colas para coger un taxi".
Marichal ha señalado que esta semana han reclamado públicamente "una solución urgente para el caos operativo que se produce en ciertos momentos en una infraestructura de interés insular y regional", y precisamente por eso han dicho desde Ashotel que los aeropuertos de las islas "deben ser realmente un área sensible, igual que los puertos, no solo en el papel".
El presidente de Ashotel cree que no debe haber restricciones a las licencias de taxi en esta infraestructura y que si un vehículo que no sea de Granadilla desea cubrir un servicio de salida del Aeropuerto hacia otro punto de la isla pueda hacerlo sin esa reserva específica para los taxis del municipio donde se ubica Tenerife Sur, "como si de un privilegio se tratara". A este respecto, recuerda que esta infraestructura "se costea con impuestos de todos los españoles, no solo de quienes residen en Granadilla".
Esta declaración de área sensible, según el presidente de la patronal, "no se ha traducido, en modo alguno, en soluciones a las colas que padecen turistas y residentes y, en general, usuarios del Aeropuerto Tenerife Sur" y recuerda que en verano, además, "hay un alto porcentaje de turistas de edad avanzada que, tras cuatro o cinco horas de avión, deben esperar otro tanto por un taxi, tras superar antes la cola del pasaporte".
Jorge Marichal sostiene que el hecho de que los taxis que no sean de Granadilla dejen a los clientes en el Aeropuerto y se vuelvan vacíos o al revés, que recojan pasaje en el Aeropuerto, los dejen en sus hoteles y no puedan coger clientes de nuevo en ese punto "va justamente en contra de lo que propugna Europa para la descarbonización del sector del transporte".
En su opinión, "ser más eficientes y llevar solo pasajeros en uno solo de los dos trayectos posibles es un contrasentido, no solo por la contaminación que genera, sino porque obliga a que circulen dos taxis cuando con uno sería suficiente".
En ese sentido, desde Ashotel, además de denunciar la situación, quieren contribuir a resolverla con un conjunto de indicadores "claros y medibles" que sean los que activen el permiso de entrada de taxis de otras zonas turísticas de Tenerife.
Si bien creen en la capacidad de autorregulación del sector para establecer estos indicadores, desde la patronal plantean, en primer lugar, el establecimiento de una figura que actúe como coordinador del flujo de taxis en el Aeropuerto; una figura que reciba o contraste esa información y que sea la que autorice la entrada de taxis cuando se den esos requisitos.
De este modo, propone Ashotel, se permitirá la entrada de taxis de otros municipios turísticos de la isla, que esperarán en una zona habilitada a tal fin en el Aeropuerto, cuando el número de personas esperando en cola en la parada de taxis de Tenerife Sur sea superior a 30. Asimismo, plantean que puedan operar en los tramos horarios de mayor concentración de vuelos en los días mayor afluencia; en los días de mayor llegada de vuelos; o cuando el número de licencias operativas en Granadilla (por bajas, por vacaciones, etcétera) de sus titulares caigan por debajo de equis número.
"Tenerife Sur y cualquier otro aeropuerto de Canarias no puede seguir dando esta imagen pésima como principal puerta de entrada, tanto para quienes nos visitan como para nuestros propios residentes. Nos merecemos una instalación del siglo XXI acorde al destino que somos", afirma Marichal.