Barceló asume la gestión del hotel Santa Catalina, de Las Palmas de Gran Canaria, que comercializa a partir del domingo

Reunión del Consejo Administración Santa Catalina - Barceló
GERARDO OJEDA
Actualizado: lunes, 6 noviembre 2017 17:22

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 6 Nov. (EUROPA PRESS) -

El concejal de Turismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Pedro Quevedo, y la directora de expansión de Barceló Hotels para Canarias y Cabo Verde, Pilar Parejo, han suscrito este lunes el contrato de arrendamiento del hotel Santa Catalina, propiedad municipal, para los próximos 35 años.

De este modo, Barceló gestionará el complejo urbano como Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel, a partir de este domingo, 12 de noviembre, según informó el Ayuntamiento en un comunicado.

En el acto de la firma ha estado presente el alcalde de la capital grancanaria, Augusto Hidalgo, quien aseguró que "se trata de un contrato histórico para la ciudad, en un momento de éxito turístico, pero también de claro posicionamiento como el principal destino urbano de Canarias". Hidalgo estuvo acompañado del concejal de Urbanismo, Javier Doreste, y miembros del consejo de administración del hotel.

Por su parte, el concejal de Turismo, Pedro Quevedo, destacó que la apuesta de Barceló que "garantiza que el hotel tiene futuro como una referencia e icono turístico para la ciudad", al tiempo que recordó que en su momento dijeron que ganaría el concurso la propuesta que "le pusiera más alma y esfuerzo, y eso es lo que ha ocurrido".

El grupo Barceló obtuvo la mejor puntuación en el concurso público de arrendamiento convocado el pasado 16 de junio al que optaron cinco licitadores. Así, el contrato del actual adjudicatario finaliza el próximo 11 de noviembre, por lo que a partir de esta fecha el grupo Barceló asumirá a la gestión del hotel que permanecerá abierto hasta marzo de 2018.

La propuesta de Barceló prevé una inversión inicial de 24,5 millones de euros para la reforma y una renta anual a la ciudad de 600.000 euros, todo ello con el objetivo de mantener el "carácter emblemático" del hotel y permitiendo modernizar las instalaciones junto a la recuperación y conservación del patrimonio histórico del hotel y la apariencia icónica de la fachada.

Al respecto, el concejal de Urbanismo matizó que "a partir de ahora Barceló tiene que solicitar las pertinentes licencias municipales de obra". El grupo busca realizar una inversión estratégica para la ciudad, mientras que los servicios municipales "trabajarán para que se cumplan los plazos previstos y las obras puedan comenzar la próxima primavera", de tal forma que una vez que comiencen las reformas, el hotel podría estar cerrado unos nueve meses.

"SEREMOS ESCRUPULOSOS"

Por su parte, el concejal de Turismo, Pedro Quevedo, aseguró que el "alto grado" de protección del hotel exige que cualquier intervención "sea estudiada, valorada y supervisada por la Comisión del Patrimonio Histórico de Gran Canaria".

"Vamos a permanecer atentos y seremos escrupulosos en el cumplimiento estricto del contrato. Nuestra política turística es una apuesta por la calidad. No nos dedicamos a contar turistas, sino a crear experiencias vacacionales en perfecta sintonía con la historia, la cultura, el patrimonio y el carácter de la ciudad. El hotel Santa Catalina tiene que convertirse en una parte fundamental de esta oferta, ya que además de un hotel es un edificio emblemático de la capital, en un entorno muy singular", apostilló.

El director regional de Barceló Hotels & Resorts en Canarias, Ángel Esquinas, por su parte, aseguró que asumen la reforma y gestión del Santa Catalina con el propósito de "recuperar el alma del hotel más icónico de la ciudad". Por ello, afirmó que el hotel se convierte así en el segundo establecimiento de la marca de lujo, Royal Hideaway en las islas Canarias.

"Con este espíritu de marca asumimos la responsabilidad de convertir al Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel, en un establecimiento embajador de Las Palmas de Gran Canaria", dijo Esquinas.

Agregó que en las nuevas 194 habitaciones ofertadas se revisará todo el mobiliario catalogado para "determinar la originalidad de las piezas diseñadas por el arquitecto Miguel Martín, integrando su restauración con la implementación de los estándares de la Royal Room de Royal Hideaway". También resaltó que otra de las líneas del proyecto es crear "un eje verde que integre al Santa Catalina con su entorno".

Sobre ello, indicó que el edificio conectará con el Parque Doramas a través de un atrio y de un sistema de patios interiores que se recuperarán del proyecto inicial del hotel, además de implementar un proyecto en los accesos al hotel para mejorar la accesibilidad.

Asimismo, afirmó que los espacios del hotel destinados a restauración "también serán objeto de una ambiciosa reforma que diversificará" la oferta gastronómica. "Tenemos previsto una remodelación completa de la zona de bienestar, wellness, fitness y piscinas, que permitan la integración de los espacios dedicados al denominado well-being en el hotel con la naturaleza, así como la incorporación de las últimas tendencias e innovaciones para reforzar la filosofía wellness del Grupo", apuntilló.

Además, expuso que las instalaciones se adaptarán para ofrecer el "mejor" servicio de eventos, recuperándose estancias históricas del hotel como el salón Palmeras, entre otros espacios que "se reposicionarán en el mapa de Las Palmas de Gran Canaria como un referente para la celebración de convenciones, reuniones y celebraciones".

El hotel Santa Catalina, inaugurado en 1889, forma parte del Patrimonio Arquitectónico y Cultural de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, después de que fuera adquirido por el Ayuntamiento en 1923 cuando también se compró los solares anexos donde actualmente se encuentran el Pueblo Canario, el Museo Néstor y el Parque Doramas. Es en el año 1951 cuando se inaugura el nuevo edificio proyectado por Miguel Martín Fernández de la Torre, cuya configuración global se conserva hasta la actualidad.

Este complejo hotelero tiene forma de 'U' abierta hacia el mar, con una serie de volúmenes adosados en forma de peine irregular, incluyendo dos torreones de planta octogonal, considerándose uno de los "ejemplos más significativos y más singulares del movimiento regionalista dentro de la arquitectura de la ciudad del siglo XX".

Por su parte, el Grupo Barceló, creado en Palma de Mallorca (España) hace casi 85 años, dispone de 232 hoteles en 21 países. La propiedad del Grupo está en manos de la familia Barceló desde hace tres generaciones. Barceló Hotel Group desembarcó en Canarias en 1974 con la inauguración de su primer hotel en Gran Canaria, actualmente Occidental Margaritas y tiene actualmente 15 hoteles en el archipiélago, llegando a 17 con la apertura de los dos nuevos establecimientos Royal Hideaway de su portfolio. Hoy, el Grupo cuenta con casi 5.000 habitaciones y 2.300 empleados.