COMIDA, ALIMENTACIÓN
GETTY
Actualizado: jueves, 4 mayo 2017 17:39

MADRID 4 May. (EUROPA PRESS) -

Canarias es la segunda Comunidad Autónoma en consumo medio de alimentos por persona al año con 706,8 kilos, según datos del 'Informe del consumo de alimentación en España 2016', del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

El consumo medio en España es de 662,6 kilogramos, y por encima se sitúan Asturias (709 kg), Canarias (706,8 kg); Castilla y León (672,3 kg); Galicia (670,5 kg) y Aragón (666,4 kg).

Por el contrario, las que menos consumen y que se sitúan por debajo de la media nacional son La Rioja (545,7 kg), Comunidad de Madrid (560,4 kg), Cantabria (588,6 kg) y Andalucía (612 kg).

Sin embargo, por evolución en el gasto, que de media en España por persona es de 1.528,4 euros, destacan Asturias (1.678,9 euros), País Vasco (1.660,3 euros) y Cataluña (1.622,9).

Por su parte, Andalucía (1.295,1 euros), Extremadura (1.304,4 euros), Región de Murcia (1.334,2 euros) y Castilla-La Mancha (1.340,2 euros) son las de menor gasto per cápita.

En total, los hogares españoles redujeron un 6 por ciento el desperdicio alimentario, ya que han disminuido en 80,1 millones de toneladas los alimentos que se tiran a la basura al tiempo que incrementaron su gasto en alimentación.

El informe recoge información sobre el consumo de alimentación en España entre octubre de 2015 y septiembre de 2016 y destaca que, a pesar de la reducción del desperdicio, se sigue tirando a la basura cada semana 24 millones de kilos de alimentos o bien 1.245,9 millones de kilos de alimentos "en condiciones de ser consumidos".

El estudio, del Panel de cuantificación del desperdicio alimentario en los hogares, en el marco de la estrategia 'Más alimento, menos desperdicio', del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, apunta también que ha aumentado la concienciación de las familias sobre esta cuestión, ya que han reducido un 6 por ciento (80,1 millones de kilos) los alimentos que acabaron en la basura.

En total, los hogares tiraron a la basura 1.245,9 millones de kilos de alimentos en condiciones de ser consumidos, lo que supone el 4,3 por ciento del total de la alimentación comprada por los hogares españoles.

El estudio analiza los factores de más influencia en la dimensión del consumo y en su evolución y analiza los alimentos que se comen dentro del hogar, las bebidas que se consumen fuera de casa y el desperdicio alimentario de los hogares. Además, en el segundo semestre de 2016 se inició un estudio para conocer la demanda total de bebidas calientes, otros alimentos y snacks en el sector extradoméstico, desde el punto de vista del consumidor final residente en la Península y Baleares, de modo que incluye datos sociodemográficos sobre este consumo.

Por otro lado, el estudio apunta que los alimentos que más se tiran a la basura, con el 85,6 por ciento son los alimentos sin procesar, que se desperdiciaron por los hogares tal cual los compraron. Entre estos destacan las frutas, las verduras y hortalizas y el pan, como los más desechados. Todas estas categorías, excepto las frutas, han reducido la cantidad tirada a la basura.

Asimismo, el 14,4 por ciento del total de alimentos tirados a la basura procede de las recetas cocinadas por el propio hogar y tiradas directamente del plato o de la nevera. En este grupo destacan los platos a base de legumbres, los platos con base de carne y las sopas, cremas o purés.

En este caso, también ha disminuido el desperdicio alimentario excepto los platos con base de verdura y los que llevan por base la carne. El informe refleja que la excepción de los platos base verdura y platos base de carne, se reduce a la mitad la cantidad de recetas tiradas a la basura.

Por otro lado, el informe ha subrayado que el gasto total de los hogares españoles subió hasta los 67.096,5 millones de euros, es decir, un incremento del 0,1 por ciento.

Por categorías destaca la importancia de productos frescos, que suponen el 41 por ciento del volumen total consumido y el 44 por ciento del presupuesto total destinado a la alimentación.

Por productos, el informe indica el aumento del consumo de alimentos como platos preparados (+4,2%); las patatas (+1,2%); la bollería, pastelería cereales y productos navideños (+0,6%); frutos secos (+0,3%), mientras que las legumbres se han mantenido estables.

Sin embargo, ha disminuido el consumo de otros alimentos como aceite, leche, derivados lácteos, la carne, pescado, frutas frescas, hortalizas frescas, frutas y verduras transformadas, pan, pasta y huevos.

Respecto a las bebidas, los datos reflejan también un incremento en el consumo de vinos tranquilos con Denominación de Origen Protegido (DOP), vinos espumosos incluido el cava y gasificados con DOP, los vinos con Indicación Geográfica Protegida (IGP), agua envasada, bebidas refrescantes y cervezas y un descenso en el caso de los vinos sin DOP o IGP, las bebidas refrescantes, los zumos y néctares y las bebidas espirituosas.

En la actualidad, el supermercado es el canal que prefieren los consumidores a la hora de hacer sus compras, con el 45,1 por ciento del total, aunque los hogares prefieren acudir a los comercios especializados para adquirir los productos frescos.

El informe refleja también que se mantiene la tendencia del año pasado en los factores que deciden la elección de los establecimientos por parte d los consumidores. En concreto, a la hora de consumir, los hogares tienen en cuenta la calidad, la proximidad y los buenos precios aparte de las ofertas.

Respecto a la compra de alimentación por Internet, el estudio refleja que se sitúa en 1,1 por ciento de las compras totales de alimentación para el hogar por lo que señala que es un canal "con alto potencial" de desarrollo, teniendo en cuenta además su baja participación dentro de los productos frescos.

INFLUENCIA DE LA CRISIS

La salida de la crisis se ha observado tanto en el porcentaje de consumidores que elaboran una lista antes de realizar las compras de alimentación, como en el porcentaje de consumidores que manifiestan haber modificado su forma de cocinar o comprar para aprovechar mejor los productos y contribuir así al ahorro.

El informe refleja también la fidelidad de los consumidores que en un 60,3 por ciento de los casos declara comprar siempre las mismas marcas.

4.410 MILLONES DE CONSUMICIONES FUERA DE CASA

El estudio también incluye desde 2014 un panel que permite disponer de datos del consumo de bebidas frías, refrescantes, agua, zumos, bebidas a base de zumo y leche y otras como (tinto de verano o sidra) fuera del hogar ascendió en 2015 a 8.477,63 millones, es decir unos 1.977,68 millones de litros y cerca de 4.410 consumiciones.

Las bebidas que más se consumen fuera del hogar son las bebidas espirituosas y el tinto de verano respecto al consumo dentro del hogar y a estas le sigue la cerveza como la tercera categoría en la que el consumo fuera de casa está por encima de la media en el hogar.

Por último, el Ministerio incluye desde el segundo semestre de 2016 un nuevo estudio en el que se reflejan consumos por días de la semana. Así, señala que las bebidas calientes se consumen entre semana, los alimentos en fin de semana y los snacks, principalmente los viernes. En cuanto a los entornos, las bebidas calientes se caracterizan por entornos sin acompañantes frente a los alimentos, que se consumen junto a familiares.

Finalmente, el informe sobre los usos de alimentos, la salud, la tradición y la comodidad son los tres ejes que explican los platos consumidos en el hogar, donde los consumidores buscan una dieta sana y equilibrada y recurren a modos de preparación más saludables y a platos ligeros como ensaladas, sin renunciar al placer y la comodidad, fomentando el consumo de pizzas pero sin prescindir de la cocina tradicional.

Más noticias

Leer más acerca de: