Cáritas Diocesana de Canarias asegura que los derechos de las empleadas del hogar siguen "vulnerados"

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

Cáritas Diocesana de Canarias ha asegurado este lunes que los derechos de las empleadas del hogar "continúan vulnerados" aún cuando en el Real Decreto 893/2024 se establecen las regulaciones sobre protección de la seguridad y la salud en el ámbito del empleo doméstico.

Asimismo, señala en un comunicado con motivo del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, que se conmemora el 30 de marzo, que se ha constatado que las personas empleadas del hogar "no han mejorado su situación laboral a pesar de la entrada en vigor del Real Decreto Ley 16/2022.

"Estas mujeres trabajadoras siguen siendo invisibles y sus derechos continúan vulnerados", subraya tras un acto de apoyo a este colectivo este lunes de Cáritas Diocesana de Canarias, que cuenta con un Servicio de Orientación e Intermediación Laboral específico, en Las Palmas de Gran Canaria.

El objetivo, explican, es visibilizar la realidad de estas mujeres, a las que por primera vez se han sumado Cáritas Diocesanas de otras ciudades españolas, junto a otras asociaciones de empleadas de hogar y organizaciones a nivel nacional, ya que se trata de un colectivo que tiene rostro de mujer.

Señalan que los datos de la Seguridad Social sobre el trabajo doméstico en la provincia de Las Palmas en 2024 recogen que las mujeres ocupan el 93 por ciento de los puestos, indicando que un "gran número" de mujeres son extranjeras en situación administrativa irregular y quedan fuera de las estadísticas oficiales.

A esta circunstancia se suma que la entrada en vigor del Real Decreto Ley 16/2022, que ampara legalmente a las trabajadoras del hogar, "no ha supuesto un aumento" de contratación por las familias empleadoras, como refleja el descenso de empleabilidad que arrojan los datos de la Seguridad Social desde su entrada en vigor en septiembre de 2022.

En este sentido, en la provincia de Las Palmas el número medio de personas afiliadas con alta laboral en el Sistema Especial de Empleadas de Hogar ha experimentado un descenso del 14 por ciento desde que entrara en vigor del citado Real Decreto Ley para la mejora de las condiciones de trabajo y de Seguridad Social de las personas trabajadoras al servicio del hogar, lo que implica que en el año 2022 había una media mensual de 5.618 altas y en lo que va de 2025 la media está en 4.871.

Por ello, ante la "difícil realidad" de este colectivo, piden la mejora de las condiciones laborales de las empleadas de hogar en régimen interno: la limitación real de la jornada de trabajo; la ampliación de las horas de descanso diario por ley, el reconocimiento salarial. Además solicitan la necesaria clasificación profesional de las trabajadoras, que distinga las tareas domésticas de otras diferentes que tienen que ver con el cuidado de las personas.

Asimismo solicitan la contribución por parte de las personas empleadoras a la generación de condiciones "justas y decentes" de trabajo (firma del contrato, alta en la seguridad social por las horas reales de trabajo, pago del salario correspondiente, vacaciones y días de permiso); unas medidas de la Administración Pública para el fomento de la contratación y más apoyo a las personas empleadoras adaptadas a su realidad, igual que las empresas.

Y mayor vigilancia y control del cumplimento de la normativa laboral en las contrataciones de las empleadas de hogar por parte de las administraciones competentes/responsables, en igualdad con las personas trabajadoras del Régimen General.

Finalmente matizan que las empleadas del hogar representan un sector económico "importante" en la sociedad, que contribuye al funcionamiento "más eficiente" del mercado de trabajo y al crecimiento económico, realizando tareas de cuidados y mantenimiento de los hogares que "permite a quienes contratan cumplir con sus obligaciones laborales y personales o contar con tiempo de descanso".

Es por lo que desde Cáritas Diocesana de Canarias, subrayan, se "alza la voz para visibilizar la necesidad del reconocimiento social" de esta profesión, debido a la "importancia" que los trabajos de hogar y de cuidados tienen para el sostenimiento de la vida.