Desalojados del Edificio Chasna (Tenerife) estudian querellarse contra el "exceso" cometido en desahucio de hace un año

Archivo - Pancartas colgadas durante el desahucio de un edificio okupado en Costa del Silencio, a 12 de marzo de 2024, en Arona, Santa Cruz de Tenerife, Tenerife, Canarias (España).
Archivo - Pancartas colgadas durante el desahucio de un edificio okupado en Costa del Silencio, a 12 de marzo de 2024, en Arona, Santa Cruz de Tenerife, Tenerife, Canarias (España). - Europa Press Canarias - Europa Press - Archivo
Publicado: miércoles, 12 marzo 2025 17:02

"Les he explicado a los vecinos que esto es una cuestión de lucha por la dignidad", destaca el abogado

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de vecinos que fueron desalojados el 12 de marzo de 2024 del Edificio Chasna, en Costa del Silencio, en el municipio de Arona (Tenerife), ha manifestado su "voluntad" de querellarse contra lo que entienden como un "exceso" cometido en la ejecución de su desahucio, del que este miércoles se cumple un año.

El Juzgado de Primera Instancia nº 3 de Arona ordenó entonces el desalojo de 44 viviendas de los bloques 8 y 10 del citado edificio, abandonado durante casi cinco décadas a medio hacer, ya que estaba afectado por debilidad estructural (aluminosis) y riesgo de desplome. La decisión implicó el desahucio de unas 210 personas, entre ellas mujeres, alguna embarazada, personas mayores y con discapacidad.

En declaraciones a Europa Press, el abogado del colectivo, Gabriel Morales, ha ahondado que lo que se busca con esta acción: "depurar responsabilidades" en un proceso en el que, aseguran, se ha cometido "un exceso en la ejecución del título" judicial.

"Hay unos trámites que se tienen que cumplir, unas formas, unas garantías con los demandados, y que no se han cumplido. Se ha hecho un procedimiento a las espaldas y eso, evidentemente, ha causado perjuicio", ha señalado.

Ejemplifica esta situación retrocediendo al momento en el que se dictó la sentencia, que más allá de las consideraciones de que pueda ser "justa" para unos e "injusta" para otros, hacía referencia a un espacio concreto para efectuar el desalojo --"con una referencia catastral específica, que coincidía con el bloque Chasna 10"-- mientras el desahucio, puntualiza, se llevó a cabo más allá.

"El (bloque 10) era la parte del edificio que estaba más en peor estado, por así decirlo, y que a lo mejor sí podría llegar incluso a suponer un riesgo para la vida de las personas que allí se encontraban. Podríamos llegar a plantearnos eso, pese a que nunca hubo realmente un informe a ese respecto", ha defendido el abogado.

En un repaso a otro de los aspectos negativos que habrían podido observarse en este desahucio, también está la forma en la que describen que se les avisó. De este modo, sostiene la defensa, no se tuvo en cuenta "la pluralidad de personas" a las que afectó la situación, notificándosela "con un papel en la puerta, que ni siquiera fue puesto por un funcionario judicial, sino por la procuradora de la otra parte".

Si bien la querella se limitaría al ámbito judicial, la esfera política también ha tenido protagonismo en este caso de desahucio masivo en el sur de Tenerife. Así, recuerda el abogado cuando, "a sabiendas de la existencia del procedimiento judicial", se "bloquearon los empadronamientos, de forma deliberada", cuestión que supuso un obstáculo para que algunas familias pudieran percibir la ayuda económica que otros sí recibieron.

"Les he explicado a los vecinos que esto es una cuestión de lucha por la dignidad", ha destacado Morales sobre el objetivo de la querella. Detalla que se estarían ante figuras penales para las personas involucradas, "es decir, en este caso, la letrada de la Administración de Justicia", o ante una responsabilidad directa del Estado, dada "la dejadez de sus propios funcionarios".

EL EDIFICIO DE 'CHASNA', UN AÑO DESPUÉS

Una de las personas desalojadas en 2024 del Edificio Chasna, en Arona, fue Eloy Outerial. Un año después, asegura a Europa Press que el inmueble se ha vuelto a ocupar. Según sostiene, tan pronto se retiró el dispositivo de seguridad, de tres meses de duración, las vallas que protegían la edificación fueron vandalizadas.

"Los que estabamos allí porque no había vivienda, un conjunto de personas trabajadoras, no hemos vuelto, que yo sepa. Entonces, nos metimos por necesidad. Sin embargo, hay otra gente, con problemas, con adicciones, que ha vuelto otra vez", ha deslizado Outerial.

Lamenta que el amplio despliegue de seguridad que asegura que existió el día del desahucio, el 12 de marzo de 2024, no sirviera "para nada", ya que, hoy, un año después, se "vuelve a ocupar el inmueble, a la vuelta de tres meses" de vigilancia, y sin haber hecho "absolutamente nada" por evitarlo, ni precintarlo ni apuntalarlo.

AYUDA A LOS VECINOS DESALOJADOS

Tras el desalojo, algunos vecinos se beneficiaron de una ayuda económica. Tamnbién se contó con el apoyo de Cruz Roja mientras se acampó en el entorno, aunque solo por un tiempo. "Eso fue en las primeras semanas, pero a la vuelta de un mes ya ni Cruz Roja, ni asistencia, ni nada", confiesa Eloy, que repasa cómo arribó a Chasna --"por necesidad"-- y los sentimientos con los que vivió aquel 12 de marzo de 2024.

"Cuando te falla la justicia, te falla el Estado, y te abandonan en la calle como a un perro, pierdes totalmente la fe, la fe en la sociedad", ha lamentado Outerial un año después de un desalojo que hoy califica como un "movimiento de ganado", durante el que no sintieron el respaldo de las administraciones públicas.

La decisión de Eloy de ocupar el Edificio de Chasna, en Costa del Silencio, derivó de la necesidad de contar con un techo bajo el que vivir. "No hay vivienda asequible", exclama. Hoy, esa situación persiste. Emprendió para seguir evolucionando, pero, de momento, vive en un trastero.

"La situación en Tenerife Sur no ha mejorado, al contrario. Como no han hecho nada, esto no hace más que empeorar. A día de hoy, solamente aquí hay como cuatro campamentos, entre El Fraile y Montaña Amarilla", ha asegurado Outeiral, que denuncia que la política mire para otro lado, con la negativa de no declarar el municipio como zona tensionada, a pesar de las dificultades de sus vecinos para acceder a una vivienda.

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